MARINA VIEIRA.- Sonia Sáez Patiño es supervisora de UCI y grandes quemados del Hospital de Getafe (Madrid), hace ya casi dos meses ha dejado su trabajo habitual para enfrentarse de lleno a los pacientes que, diariamente, ingresan en su hospital con el mismo diagnóstico: COVID-19. Nos ha contado cómo han sido estos meses de trabajo y no explica, ahora que parece que las cosas están más tranquilas, las principales lecciones de esta pandemia. #EnPrimeraLíneaDelCoronavirus
«Nosotros el primer paciente que tuvimos lo ingresamos el 8 de marzo y a partir de ahí empezamos a tener un poco de miedo porque no sabíamos qué era lo que se avecinaba. Sabíamos que iba a ser algo importante e intentamos adelantarnos. Creo que no supimos ver lo que estaba pasando en otros países y reaccionamos un poco tarde. Las unidades de cuidados intensivos tienen camas muy concretas y hemos tenido que ir invadiendo otros espacios con personal que se ha volcado al 100% e ir trasladando a todos cómo es el cuidado a un enfermo crítico. Eso ha sido muy duro, porque sabemos la formación que tenía el resto de la enfermería aunque hemos intentado ayudarles desde cuidados intensivos pero ha sido un trabajo bestial. Nos ha faltado material, equipamientos para dotar a todos estos espacios. Hemos ido sobreviviendo hasta que ha empezado a bajar, no podríamos haber asumido más pacientes. Las casas comerciales han dejado de fabricar y hemos tenido que echar mano de nuestra imaginación y leer muchas instrucciones a ver qué más cosas nos podrían ofrecer los equipos y ponerlo en marcha. Ha sido bastante duro».
Planificación
«Creo que hubiese sido necesario contar con más planificación, la necesitamos. Tras esta experiencia tenemos que sentarnos y analizar qué ha funcionado, qué es lo que no. Ya no sólo a nivel de formación, que esas personas que van a estar en áreas de críticos en algún momento necesitaríamos integrarlas en nuestros equipos en algún momento para que tengan no sólo una formación académica sino también práctica. También tenemos que aprender a ser lógicos a la hora de solicitar material porque lo que nos ha pasado es que los hospitales hemos hecho compras masivas de material y hemos dejado a otras unidades sanitarias sin la posibilidad de acceder a ellas. Tenemos que aprender a hacer compras sostenibles. El miedo ha podido, nos ha invadido. Si esto lo programamos creo que iríamos todos más seguros pero para eso deberíamos asumir cosas que hemos hecho mal y tener la capacidad de sentarnos y ver las cosas desde otra visión, para poder hacer las cosas de otra manera».