GEMA ROMERO.- Cristina Monforte preside la Conferencia Nacional de Decanos, además es la directora de Enfermería de la Universidad Internacional de Cataluña. Con ella analizamos cómo va a ser la vuelta a las clases en este nuevo curso académico, qué va a pasar con las prácticas de los estudiantes de Enfermería, si se debe realizar PCR a alumnos y profesores o los medios con que cuentan las escuelas para hacer frente a los retos de este nuevo curso marcado por el COVID-19.
Pregunta: ¿Cómo va a ser la vuelta a las clases este mes de septiembre?
Respuesta: los presidentes de las conferencias nacionales de decanos trabajamos junto con CRUE los escenarios posibles de la vuelta a las aulas. Se han planificado dos posibles escenarios: presencialidad segura y no presencialidad en el caso que se dicten otras medidas.
En general, la propuesta que se ha hecho desde los equipos rectorales del Sistema Universitario Español ha sido un plan mixto de “presencialidad segura” de momento para el primer semestre. En este punto, la Conferencia Nacional de Decanos de Enfermería hemos hecho una propuesta de mantener presencialidad 100% de las prácticas clínicas, de los laboratorios de simulación y de tutorías, pues implica grupos pequeños en los que vamos a poder trabajar de forma segura.
En el caso de las prácticas es absolutamente necesario realizarlas, cumplir con el plan formativo de acuerdo con la directiva europea que regula la formación de grado de enfermería. La formación práctica es fundamental para la formación completa de la futura enfermera. En este punto todas las universidades estamos trabajando con los hospitales universitarios, equipos de atención primaria y centros socio-sanitrios para poder trazar los itinerarios formativos, prever posibles situaciones, flexibilidad para cambiar de servicio a los estudiantes cuando se requiera, etc.
El escenario de “presencialidad segura” se ha planteado para limitar el número de estudiantes en el aula, de acuerdo a las indicaciones de salud pública. Hemos desarrollado sistemas de docencia mixta. Se trabajará presencialmente con grupos pequeños, y no presencialmente con grupos grandes. Lo ideal sería poder trabajar con grupos pequeños presenciales, no obstante, esta medida no es viable, pues requiere aumento de profesores y aulario. Y esto ya sabemos que no es posible. Así que se han pensado estrategias en las que se combinan clases en línea y presenciales, es decir, una didáctica híbrida en la que conviven metodologías no presenciales y presenciales. Pensamos que es fundamental mantener el contacto con los estudiantes. Enfermería es una disciplina clínica que requiere no sólo el conocimiento teórico, sino que necesitamos que se desarrollen otro tipo de competencias fundamentales para una enfermera: trabajo en equipo basado en relaciones interpersonales y profesionales, trabajo interdisciplinar, comunicación terapéutica, pensamiento clínico, compromiso social, responsabilidad ética, etc., competencias que se articulan con el trabajo conjunto entre los estudiantes, y entre los estudiantes y los profesores. Se requiere encuentros significativos estudiantes-profesores para su desarrollo.
Esta situación nos ha llevado a mucho debate en el seno de la CNDE. Pensamos que el plan de estudios ideal es el que integra teoría y práctica de forma armónica, donde existe una interconexión perfecta entre profesores universitarios y clínicos, donde se trazan resultados de aprendizaje de forma conjunta y donde existe un diálogo fluido con los empleadores y sistema sanitario para formar, colaborativamente, las mejores enfermeras de acuerdo a perfil que el sistema sanitario requiere. Para ello se precisa un trabajo en colaboración y compartir responsabilidades y compromisos formativos.
P: ¿Cuáles son los principales riesgos para la vuelta a las aulas?
R: De acuerdo a las directrices de salud pública, uno de los principales riesgos es el contagio comunitario del virus. Por ello las recomendaciones son las de:
- Lavado de manos: en este punto todos los centros universitarios se han dotado de puntos de gel hidroalcohólico para facilitar la desinfección de manos.
- Uso de mascarilla
- Distancia social
En las universidades estamos implementando los protocolos que nos llegan de salud pública. Además, pensamos que, desde los grados de Ciencias de la Salud, no sólo hemos de implementar las medidas, sino que podemos y debemos contribuir activamente en la comunidad universitaria para que todos las implementen. Ahí nuestros estudiantes tienen un rol educador fundamental.
P: ¿Qué recomendaciones realizáis desde la Conferencia de Decanos de Enfermería?
R: No hay recomendaciones específicas de la CNDE. En este punto es fundamental que todos sigamos las mismas directrices de sanidad y no empecemos con medidas específicas que podrían confundir a la sociedad. En este punto es crucial que todos vayamos a uno con las directrices que marca sanidad.
P: ¿Se debería hacer PCR a los estudiantes y/o profesores?
R: Alumnos y profesores debemos seguir las recomendaciones de sanidad en este punto. Nuevamente no podemos formular nuevos protocolos que confundirían a la sociedad. En este punto sanidad no ha determinado la realización de pruebas PCR ni para estudiantes ni profesores. Los profesores que compaginan actividad clínica y universitaria, estarán sujetos a las recomendaciones específicas para personal sanitario y deberán aplicar dichas medidas.
En el caso de los estudiantes en prácticas, deberán aplicar el mismo protocolo que los profesionales sanitarios tengan que cumplir en ese centro sanitario.
P: ¿Qué sucede con las prácticas en Enfermería? ¿Será posible la vuelta a la normalidad?
R: Es de vital importancia que nuestros estudiantes puedan hacer las prácticas. Debemos garantizar la realización de las prácticas clínicas. Por ello se requiere el compromiso de todos: universidad, centros sanitarios y también de nuestros estudiantes.
Todas las universidades hemos trabajado este aspecto con las consejerías de salud de las diferentes comunidades autónomas, en comisión mixta con los hospitales universitarios. Estamos completamente de acuerdo de que, si tenemos nueva situación de pandemia, entre todos valoraremos la idoneidad de cada lugar de prácticas y, si es necesario, se reubicarán. No obstante, tendremos que considerar la importancia de que ese alumno se pueda formar también junto a profesionales en la atención de pacientes durante la pandemia, pues, como futuro profesional, debemos prepararlo específicamente en esta nueva emergencia y en sus mecanismos de prevención y control. La realización de las prácticas de los estudiantes de Enfermería es vital, no sólo para poder seguir con sus estudios, sino para preparar futuros profesionales muy necesarios para el sistema sanitario. Las consejerías tiene que ver a los alumnos como una ayuda y recurso, más que como una carga.
Creemos que todos hemos aprendido durante los meses que duró el estado de alarma. Una de las primeras medidas que se implementó para control de la expansión de la pandemia fue la suspensión de las prácticas de los estudiantes. Paradójicamente, dos semanas después la incorporación de estudiantes de 4º curso de enfermería, incluso de 3º al sistema sanitario, fue también una de las primeras medidas que se movilizó. Creemos que no debemos volver a pasar por lo mismo. Los estudiantes de Enfermería están preparados para estar ahí, y si no lo están, debemos prepararlos. Necesitamos formar enfermeras y enfermeros preparados para hacer frente a nuevas situaciones propias de vivir en un mundo global.
P: ¿Qué puede pasar con las prácticas si las clases vuelven a ser no presenciales?
R: La propuesta de la CNDE es mantener la presencialidad de las prácticas al 100%. No es posible formar enfermeras sin la formación práctica. Es un pilar fundamental. El 50% de las horas de formación del grado de enfermería son horas prácticas. Estas horas vienen reguladas por directiva Europea (2005/36/CE).
El pasado 8 de mayo, la Comisión Europea publicó un comunicado (2020/C 156/01 de Orientaciones sobre la libre circulación de los profesionales sanitarios y la armonización mínima de la formación en relación con las medidas de emergencia contra la COVID-19 – Recomendaciones relativas a la Directiva 2005/36/CE. En su punto 2 sobre Graduación anticipada para profesiones sanitarias sectoriales o adaptaciones temporales de los planes de estudios como consecuencia de la crisis, expone que: Algunos Estados miembros pueden estudiar la posibilidad de graduar anticipadamente a estudiantes que se encuentren en una fase avanzada de la formación a fin de disponer de personal o porque los últimos meses de formación no puedan completarse debido a la crisis (instituciones de formación cerradas, incapacidad para impartir una formación práctica estructurada en hospitales, etc.). Cualquier medida en este sentido debe tener en cuenta el hecho de que las profesiones sanitarias sectoriales están sujetas a requisitos mínimos de formación a nivel de la UE.
Este comunicado de la comisión europea añade que cualquier otro escenario que no siga las directivas europeas establecidas para las profesiones reguladas requerirá la activación de los mecanismos legislativos pertinentes por parte del Estado Miembro que incumpla dichas directivas, los cuales deberán ser debatidos en el seno de la Comisión.
P: ¿Cómo puede afectar a los alumnos si finalmente no pueden hacer prácticas?
R: No nos planteamos ese posible escenario. La no realización de las prácticas sería incompatible con poder egresar estudiantes en el tiempo previsto.
P: ¿Las universidades y en concreto las facultades de Enfermería cuentan con suficiente personal y medios para hacer frente a las medidas para la vuelta a las clases.?
R: Las facultades de Enfermería contamos con los recursos de nuestras universidades. En este sentido siempre son menos recursos de los que nos gustaría. En esta línea, un punto que queremos destacar es que tuvimos que implementar clases online de un día para otro, y el resultado fue muy satisfactorio. Es decir, las universidades hemos contado con los sistemas informáticos adecuados para hacer frente a la docencia no presencial. Además, el nivel de compromiso del profesorado ha sido muy grande. Han realizado jornadas larguísimas, incluyendo los fines de semana para implementar con éxito su docencia y atender a todos los estudiantes. Compatibilizando, en mucho caso, vida profesional y vida personal. Ahí hemos de darles las gracias, pues sin ellos, esto no habría sido posible. No obstante, han sido unas circunstancias muy extraordinarias para todos, de dedicación y esfuerzo. Esperamos que este semestre podamos trabajar de otro modo, pues el profesor además de su docencia, debemos seguir impulsando nuestras líneas de investigación, que requieren tiempo y dedicación. Es vital poder dedicar a cada cosa su tiempo y que no haya desequilibrios tan extremos como han sido los últimos meses del curso. De otro modo, habría afectación en el profesorado y sus carreras académicas.
Un Comentario
Mireia
Me deniegan las prácticas hospitalarias por tener obesidad