RAQUEL GONZÁLEZ ARIAS.- Mucho se habla de poner al paciente en el centro de sistema, pero esta continúa siendo una asignatura pendiente. Es cierto que cada vez más se le intenta hacer copartícipe de la toma de decisiones en consulta y el hecho es que cuanto más informado esté un paciente más responsable será de su propio autocuidado. Sin embargo, aún deben ocupar espacios determinantes, aquellos donde se toman las decisiones. Así lo ha defendido Diego Ayuso, secretario general del Consejo General de Enfermería en la presentación de los desafíos que ayer presentaba la Plataforma Cronicidad Horizonte 2025 y de la que forma parte la institución. “Los pacientes deben integrarse en el Consejo Interterritorial y en las Consejerías de Sanidad porque las decisiones que allí se toman les afectan directamente. Es fundamental contar con la voz del paciente en este tipo de órganos al igual que con la voz de los profesionales, algo que no siempre sucede”.
En el marco de este encuentro se ha hecho hincapié en los tres retos que la Plataforma considera prioritarios para garantizar la equidad en el abordaje de la cronicidad. La presentación tiene lugar en la antesala de las elecciones generales en un intento de que estas propuestas se integren en la agenda política. Y es que, como criticó Diego Ayuso, “la mayoría de Comunidades Autónomas tienen un plan que está obsoleto en cronicidad y, por tanto, es una prioridad”.
La cuestión no es menor y es que según los datos aportados por la Plataforma, casi el 55% de los mayores de 15 años presentan una enfermedad crónica en España lo que se traduce en 22 millones de personas. De esta forma, se estima que 8 de cada 10 consultas de Atención Primaria tienen por objeto una enfermedad crónica.
Abordaje multidisciplinar
El primero de los retos presentados responde a la necesidad del abordaje multidisciplinar de los pacientes crónicos. Para Diego Ayuso, es preciso “fomentar la colaboración y el liderazgo de los profesionales que trabajan directamente con el paciente como son enfermeras y enfermeros, los más cercanos, pero también del resto de profesionales que intervienen”.
Asimismo, ha abogado por potenciar el peso de las instituciones profesionales, de las sociedades científicas y de las asociaciones de pacientes así como por mejorar la coordinación entre las Consejerías de Salud y Servicios Sociosanitarios, llegando incluso a su posible integración, como ha sucedido, por ejemplo, en Cataluña. El sociosanitario se centra en colectivos muy vulnerables, señalaba Ayuso, poniendo como ejemplo lo vivido en la pandemia y es por ello que hay que hacer un esfuerzo por garantizar su protección.
En este punto, Ayuso recordó también que la cronicidad afecta no sólo a los pacientes adultos sino también pediátricos y que son muchos los niños que sufren algún tipo de enfermedad crónica. Aquí, el secretario general del Consejo General de Enfermería abogó por la implantación de la enfermera escolar en todos los centros educativos, esencial para garantizar la atención de los menores en las horas lectivas, descargando a los docentes de una responsabilidad que no es suya y dando seguridad a los padres.
Educación y empoderamiento
El segundo reto, presentado por Juan Pedro Rísquez, vicepresidente del Consejo General de Farmacéuticos, fue el de la educación y el empoderamiento de los pacientes crónicos. Rísquez abogó por pacientes y familiares cada vez más formados e informados en el manejo de su salud porque esto, aseguró, revierte en un mayor autocuidado. En este sentido, defendió la creación de “escuelas digitales dirigidas a estos pacientes y segmentadas por patologías crónicas” para que el paciente pueda acceder a información de calidad sobre su enfermedad y cuidados. Una fórmula para hacer frente a la gran desinformación que actualmente corre por las redes sociales.
También puso el acento en la necesidad de potenciar la adherencia terapéutica. Actualmente, supone un gran problema y es que la falta de adherencia no sólo conlleva un problema para el paciente en términos de salud sino también para el sistema ya que “estamos tirando mucho dinero”.
Integración de las nuevas tecnologías
Por último, María Luisa López, miembro del Grupo de Trabajo Innovación Digital en Salud, Nutrición y Tutores de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria, se refirió al tercer reto, el de la integración de las nuevas tecnologías como recurso asistencial, adecuándolas a las necesidades y posibilidades de acceso del paciente crónico. “Las nuevas tecnologías, en general, favorecen la interoperabilidad de la información sanitaria así como el diagnóstico, tratamiento y seguimiento del paciente personalizado y de precisión”, subrayó.
De otro lado, se refirió también a las posibilidades que abre la telemedicina o consultas telemáticas en lugares, por ejemplo, de difícil acceso y donde la población está más envejecida.
Calidad de vida
Y todo ello para conseguir que la calidad de vida de los pacientes crónicos sea la mejor posible porque como apuntaba Antonio Manfredi, del Foro Español de Pacientes, “los pacientes crónicos somos conscientes de que nuestra enfermedad es para toda la vida, nos vamos a morir con ella. Por eso, nuestro objetivo no es otro que el de conseguir que más allá de nuestra enfermedad tengamos la mejor calidad de vida posible”.
Manfredi ha pedido también equidad de tal forma “que el código postal no determine la calidad de la atención”.