ÁNGEL M. GREGORIS.- La Fundación Sandra Ibarra entregó sus cuartos Premios Dama de la Lámpara a 6 enfermeras carismáticas que han sido elegidas por los mismos pacientes oncológicos tanto de hospitales de adultos como pediátricos. Manuel Infante, Marta Bodega y Yolanda Sabaté, en la categoría de adultos, y Paloma Pedrazuela, Rosa Romero y Adrián Julbez, en la de pediátrico, fueron subiendo uno a uno al escenario para recibir una gran ovación de todos los presentes en el Ateneo de Madrid.

Sandra Ibarra fue la encargada de presentar el acto, en el que ha podido leer, de primera mano, algunas opiniones de los pacientes de los enfermeros premiados. Para todos ha sido un orgullo recoger la distinción que, reconocen, llevarán siempre con ellos.

Leucemia

“Con 4 años tuve una leucemia, estuve como paciente dos años y estaré eternamente agradecido. Pasados los años les dije que yo quería ser enfermero, estudié y tuve la suerte de conseguir un contrato en oncología infantil. Allí aprendí que los niños tienen la capacidad de que en cualquier momento que estás mal siempre hay un momento que se puede estar bien. Cumplí el sueño de mi vida. Ahora he pasado a oncología de adultos y quiero que todos llevemos por bandera esta frase, ya que ‘el pasado es historia y el futuro es un misterio por eso hay q vivir el día a día como si fuera un regalo’”, comentó Manuel Infante, enfermero “más lleno de vida” en el Hospital de Cruces (Bizkaia).

Empática

Marta Bodega, enfermera “más empática” del Hospital La Paz (Madrid), se mostró muy emocionada y consideró que le habían entregado este premio porque “los pacientes le habían devuelto todo el amor que ella les da”. Por su parte, Yolanda Sabaté, enfermera entrenadora del Hospital Sant Joan (Reus), consideró este premio “como un premio para todos los estomaterapeutas”.

En la categoría de hospital pediátrico, Paloma Pedrazuela, enfermera ‘más llena de vida’ del Hospital 12 de octubre (Madrid), dedicó el premio a “sus compañeros de la planta y se lo ha agradecido a sus pacientes y familias porque vuestra fuerza y resiliencia me hacen ser cada vez mejor”. Rosa Romero, la ‘más empática’ del Hospital Materno Infantil de Málaga, aseguró que “trabajar en oncología pediátrica es una lección de vida”. Por último, Adrián Julbez, es el enfermero “entrenador” del Hospital Niño Jesús (Madrid) y dio las gracias a los pacientes porque “me enseñan a vivir y ver la vida de otra manera”.

Florence Nightingale

Los premios, inspirados en el trabajo que realizó en su momento Florence Nightingale, buscan reconocer el trabajo de enfermeras de base, que son referentes para los pacientes. “Vuestro trabajo es útil, valioso y transformador, los desafíos han cambiado, pero no debemos dejar que cambie su visión», comentó Sandra Ibarra.

Durante la celebración estuvieron presentes varios presidentes de colegios provinciales de Enfermería, así como la directora del Instituto Superior de Formación Sanitaria (ISFOS) del Consejo General de Enfermería, Pilar Fernández, que aplaudió el trabajo de los premiados y aseguró que desde la institución siempre se estará al lado de estos enfermeros y enfermeras espectaculares.

“Es un motivo de satisfacción que existan estos premios. Nosotros estamos apoyando todas estas acciones y toda la formación que contribuya a mejorar la calidad de vida de las personas con enfermeras como las que hoy hemos tenido la ocasión de estar”, resaltó Pilar Fernández.