GEMA ROMERO (Villanueva de los Infantes).- Hasta 2004 Villanueva de los Infantes era conocida por que en 1645 uno de nuestros más insignes escritores, Francisco de Quevedo, fallecía en el Convento de los Dominicos de la localidad. Enterrado en la parroquia de San Andrés, sus restos fueron identificados en 2007 por la Escuela de Medicina Legal de la Universidad Complutense de Madrid. Hoy en día es posible visitar tanto la cripta con sus restos como la celda en la que vivió y murió, en la denominada “Hospedería”.

Sin embargo, Infantes presume de ser “El lugar de la Mancha” del que Cervantes no quiso acordarse —aunque sus habitantes no dejen de preguntarse qué harían sus antepasados para ofender al autor de El Quijote—. La razón: un estudio científico multidisciplinar, que bajo el título El lugar de la Mancha es… El Quijote como un sistema de distancias/tiempo, fijó como hogar del ingenioso hidalgo a la localidad ciudadrealeña.

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Celda de Francisco de Quevedo

Casco histórico

Entre el Renacimiento y el Barroco se encuadra la arquitectura de su casco histórico. La Plaza Mayor, de las más bellas de Castilla-La Mancha, de estilo neoclásico, está presidida por un conjunto escultórico de Don Quijote y Sancho, que hace las delicias de niños y mayores. Una de las balconadas corresponde al Ayuntamiento, mientras todo el entorno está presidido por la impresionante iglesia de San Andrés. A la vuelta de la esquina, La Alhóndiga, construida como casa de contratación a mediados del siglo XVII, fue cárcel y hoy es casa de cultura. Edificios civiles, religiosos, palacios y casas populares a cual más impresionante, y en sus fachadas más de 250 escudos familiares que denotan la importancia de este enclave manchego. La Casa del Arco, la del Caballero del Verde Gabán —inspirada en la que se describe en la segunda parte de El Quijote—, el Palacio del Marqués de Melgarejo con su espectacular patio, el Palacio de Buenache, el Hospital de Santiago, la Iglesia de Santo Domingo, el Convento de la Encarnación, la Fuente Vieja o el Santuario de Nuestra Señora de la Antigua, patrona de la ciudad, ubicado a 7 kilómetros del pueblo, son sólo algunos de los lugares que no debe perderse cualquier visitante, incluyendo el Museo de Arte Moderno que alberga el antiguo Mercado Municipal.

Festejos

Carnaval, San Antón, San Sebastián, San Marcos, San Isidro, San Cristóbal… No hay santo que no tenga su correspondiente celebración, y si no hay fiesta los infanteños se la inventan, como han hecho con el Certamen Nacional de Pintura Rápida, la ruta de las tapas o la de los patios. Pero, si como afirma la sabiduría popular, hay tres días en el año que relucen como el sol, en Infantes serían Viernes Santo, la fiesta de Cruces y Mayos, declarada de Interés Turístico Regional desde 1999, que se celebra el 30 de abril y del 2 al 3 de mayo, y “Las Jornadas del Pimiento”, que incluyen el Mercado Cervantino, las Jornadas Nacionales de Folclore y un Pisto Gigante, del que se reparten más de 8.000 raciones, que aspira a formar parte del Libro Guinness de los Records y en el que colabora medio pueblo, que se celebran el primer fin de semana de septiembre. Sin olvidar, eso sí, la Feria y Fiestas en honor a la Virgen de la Antigua y Santo Tomás de Villanueva, patronos de la ciudad, durante las que se celebran la romería —el sábado siguiente a la Virgen de Agosto—, la Carrera de las Antorchas o el Certamen Poético Internacional que organiza la Orden Literaria Francisco de Quevedo.

Pisto

Pisto para 8.000 personas

Gastronomía

Viajar a La Mancha es entrar en la tierra del vino, del pisto o del queso. El ajo pringue o gachas; el tiznao, a base de bacalao en salazón; la perdiz en escabeche; las migas; la pipirrana, o cualquier carne a la brasa, son típicos de estas tierras. Pero lo que no puede faltar, como colofón a cualquier celebración, son los huevos a la porreta y la “ensalá” de limón, cuya receta es exclusiva de Villanueva de los Infantes.

Mención especial merecen los dulces de la localidad, desde los típicos rosquillos o las flores y borrachuelos, hasta los alfonsinos, pasando por los pasteles de Liguitas. Para degustar todos ellos es obligada la copita de mistela.

Más información: www.villanuevadelosinfantes.es