ÁNGEL M. GREGORIS.- Isabel Galán trabaja en el área de Inspección médica de Soria, es enfermera y presidenta del Colegio de Enfermería de la provincia. Además, es uno de los miles de profesionales sanitarios que han dado positivo por COVID-19 y lleva días guardando aislamiento en su domicilio. Reconoce que quiere que le hagan ya la segunda prueba para ver si puede reincorporarse a su puesto de trabajo y seguir ayudando. Ella está, en primera línea del coronavirus:
“Empecé con síntomas leves y antes de darme los resultados del test, empeoré. Tenía fiebre y un dolor de cabeza imposible de controlar a pesar de la medicación. Había veces que prefería que me subiese la fiebre porque estaba mejor. Fueron cinco días muy malos en los que he estado en casa.
Mención especial para mi familia, que me han mantenido en aislamiento y a veces tienen un papel mucho más difícil que el que lo está viviendo en ese momento. Ellos, por un lado, quieren cuidarte no saben qué hacer, pero, por otro, entienden que tienes que estar ahí y tomar la medicación cuando te lo dicen; no pueden tocarte, abrazarte… No me han dejado sola, pero sin romper la barrera de la distancia. Han ido desinfectando todo cuando he salido de la habitación y ahora cuando me doy un paseo por la casa, siempre salgo con mascarilla y ellos detrás limpiando los pomos…
En estos ratos he intentado estar activa con el ordenador para no dejar el colegio de lado, he estado en contacto con las enfermeras, con compañeros que estaban en el hospital… Ha habido momentos más duros y otros menos.
Es verdad que no he sido consciente de tener miedo y ahora lo que tengo es más sentimiento de culpa por pensar que estoy en casa y me encuentro bien cuando tendría que estar trabajando para aliviar la carga a mis compañeros porque cada persona que falta es trabajo que se queda otro. Tengo ganas de que me hagan la prueba y poder estar ahí.
En cuanto a los pacientes, deberíamos tomar nota porque la ciudadanía está dando lección ejemplar. Conozco gente que tiene familiares muertos y han aceptado o sobrellevado que no les pueden despedir como a todos nos gustaría por las circunstancias que vivimos.
Sobre todo, me gustaría dar un fuerte aplauso a las enfermeras porque son las que están 24 horas al día con los pacientes, con mejores o peores equipos, pero ahí están. Los pacientes pueden tener toda la tranquilidad del mundo porque seguimos cuidando con los mismos criterios y calidad de siempre”.
#EnPrimeraLíneaDelCoronavirus
Un Comentario
Mercedes Cebollero
Ánimo Isabel. Me alegra ver que ya estás mucho mejor. No tenía dudas se que tu fortaleza te haría salir de ésta.