ÁNGEL M. GREGORIS.- Cáncer de pulmón, bronquitis crónica, EPOC, infarto de miocardio, osteoporosis, aneurisma de aorta o angina de pecho son sólo algunas de las enfermedades más frecuentes a las que se enfrentan los fumadores.
Normalmente, suelen vivir menos tiempo y con peor calidad de vida que la gente que no fuma. En los últimos años cada vez son más restrictivas las normas con respecto a los lugares en los que se puede y no se puede fumar y las campañas para concienciar a la población sobre lo importante que es dejar el hábito son más agresivas. Por este y otros motivos, miles de personas se deciden cada año a abandonar la cajetilla para comenzar una vida más sana. Enero es, sin duda, el mes por excelencia para comenzar esta nueva andadura, pero no todos los que la empiezan logran aguantar la abstinencia. De hecho, un 95% de los que lo intentan vuelven a recaer poco tiempo después, tal y como resalta la guía clínica sobre tabaquismo de la Sociedad Científica Española de Estudios sobre el Alcohol, el Alcoholismo y las otras Toxicoanías (Socidrogalcohol).
Acudir a consultas sanitarias especializadas en tabaquismo puede reducir considerablemente estas recaídas, logrando superar el objetivo marcado. “El paciente elige el día para dejar de fumar. Nosotros les damos los consejos que tienen que seguir para controlar los síntomas de la abstinencia y se les da una serie de pautas que deben seguir en casa”, afirma María Luisa Mayayo, enfermera de la Unidad Especializada en Tabaquismo de la Comunidad de Madrid.
Para ella, es importante motivar al paciente, “explicarles que es fundamental que ganen la batalla día a día y no piensen que van a volver a fumar”. Asimismo, resalta que es importante valorar los beneficios que tiene el no fumar y “reflexionar que las ganas de fumar duran unos minutos y luego desaparecen”.
11.000 fumadores
Desde la puesta en marcha de esta unidad, en 2003, casi 11.000 fumadores han pasado por sus consultas, aumentando hasta el 61% la media de usuarios que lograron abandonar el tabaco con su ayuda.
Tanto aquí como en otras unidades de estas características, las enfermeras, como profesionales más cercanos, son fundamentales a la hora de animar a los pacientes y apoyarles en su lucha contra la adicción. “Las enfermeras tienen mucho más contacto con nosotros que el médico en la mayoría de ocasiones y es importantísimo lo que pueden aportar ellas en esta terapia”, destaca Isabel Murcia, que lleva un año sin fumar y considera que, aunque le ha costado mucho conseguirlo, es un éxito y sigue trabajando día a día para mantenerse.
Los principales temores a la hora de dejarlo vienen de la mano del posible aumento de sobrepeso y del insomnio. “Les ayudamos a controlar la irritabilidad, ansiedad, pérdida de concentración. Además, les damos una serie de recomendaciones para seguir en casa con la alimentación. Es fundamental que el paciente no tome comidas ni bebidas excitantes, nada de grasas, ni alcohol ni cafeína…”, apunta Mayayo, que también recuerda la importancia de andar y hacer ejercicio físico para superar la abstinencia.
Visitas cada 20 días
A través de una visita basal y nueve de seguimiento cada 20 días, las enfermeras se encargan de resolver las dudas de los pacientes, ayudarles a seguir el tratamiento y animarles en los momentos de bajón para que no abandonen.
El apoyo constante de los familiares también es un pilar clave a la hora de dejar de fumar. “Es muy importante que aquellas personas que quieran dejar el tabaco les cuenten a sus familiares, amigos y compañeros de trabajo lo que van a hacer para sentirse arropadas”, subraya Cristina Villar, otra de las enfermeras de la unidad.
Matías Martínez, que lleva sin fumar desde el pasado 2 de enero, considera necesario este apoyo diario y por eso, aparte de su propia fuerza de voluntad, ha buscado refuerzo en su vida social.
La enfermería debe concienciar a la población en cualquier sitio donde sea posible dar un consejo. “Incluso aunque la persona no esté preparada para dejar de fumar es bueno informar y contarle las opciones que tiene”, recalca Villar, que aconseja que antes de encender un cigarrillo se piense por qué se hace y si verdaderamente es del todo imprescindible.
Durante la primera visita a los profesionales sanitarios de esta unidad, los pacientes reciben un cuaderno en el que se les da todo tipo de explicaciones, entre ellas doce consejos que los futuros exfumadores no deben olvidar. “Felicítate cada día que pasa” y “No cedas nunca, ni siquiera por un solo cigarrillo”, son los dos últimos, pero a la vez los más importantes de la lista, porque, tal y como cuenta Matías Martínez, “es muy duro, pero no hay que dejarlo para mañana, hay que empezar ya. No hay excusas para seguir fumando”.