RAQUEL GONZÁLEZ.- En la infancia, la dermatitis atópica es un auténtico quebradero de cabeza, pero, afortunadamente y a pesar de su alta prevalencia -el 10% de los niños- esta tiende a disminuir con la edad. Pero disminuir no es desaparecer y en un pequeño, muy pequeño porcentaje de pacientes, apenas el 0,083% de la población, la enfermedad se perpetúa y, como aseguran quienes la padecen, “no da tregua”.
Dermatitis atópica grave: qué hacer frente a una enfermedad que no da tregua
