DAVID RUIPÉREZ.- Por el hecho de representar una porción ínfima del volumen de enfermeros y enfermeras de España, su labor pasa desapercibida para la población general y muchos de sus compañeros. Apenas trabajan en el cuerpo de Sanidad Exterior unos 65 profesionales -hay 75 plazas, aunque no todas ocupadas-. La faceta más conocida de su labor son las llamadas “consultas del viajero”, pero también desempeñan un papel crucial en la inspección de barcos de mercancías o pasajeros que atracan en los puertos españoles. Ellos serían la primera barrera, la voz de alarma, ante una infección peligrosa que incubara, por ejemplo, un tripulante de un mercante llegado de Asia.
La Asociación de Enfermería de Sanidad Exterior, que representa a estos profesionales, denuncia despreocupación por parte del Ministerio de Sanidad -recordemos que en este ámbito la competencia no ha sido transferida a las CC.AA.-, menoscabo de sus funciones y capacidades y subordinación al colectivo médico en un momento en el que, desde Europa, se ha potenciado precisamente la labor autónoma de los enfermeros que se dedican a la inspección de cruceros.
Su desamparo en la estructura del Ministerio de Sanidad viene derivada en parte de la ausencia de una figura enfermera que coordine su trabajo. Ana Crespo, secretaria de la Asociación de Enfermería de Sanidad Exterior, asegura que “no hay un enfermero de referencia que nos escuche y pueda dar soluciones a nuestros problemas, sino médicos que no apuestan por fomentar el desarrollo de la enfermería, por avanzar en el empleo del lenguaje enfermero, e ignoran que podemos hacer consejo sanitario. En general, vemos muy limitado nuestro campo de acción”.
Desde el Ministerio aseguran que “el personal de enfermería está perfectamente integrado en la organización y en las actividades propias de Sanidad Exterior. En cualquier caso, el trabajo de los profesionales sanitarios está en proceso de mejora continua y nuestra preocupación es que lo puedan desempeñar en las mejores condiciones posibles”.
El matiz que observan los enfermeros es que “sí que estamos integrados en las funciones propias, pero en la mayoría de los casos como meros colaboradores”, asegura Elena Pedraza, presidenta de la Asociación de Enfermería de Sanidad Exterior.
Independientemente de que se haya producido un relevo en la cartera de Sanidad, ahora en manos de Dolors Montserrat, no parece probable que se produzca un giro copernicano en una de las pocas competencias que quedan en manos del Ministerio y muchos menos en lo que a la situación de la enfermería se refiere.
Según Elena Pedraza, “nosotros no contamos con un supervisor de enfermería. El organigrama no es el ideal. Sentimos que a nadie le importa, por ejemplo, luchar para que se implante un lenguaje enfermero y sólo pujan por su colectivo, no fomentan el desarrollo de las competencias enfermeras. Como ejemplo de esto, cabe recordar el hecho de que no se procedió al cambio de la denominación de nuestro puesto de trabajo como “Enfermero/a de Sanidad Exterior” hasta que en el año 2009 lo solicitamos los enfermeros de sanidad exterior a título particular, ya que hasta ese momento nuestro puesto se denominaba “Ayudante Técnico Sanitario de Sanidad Exterior”.
Por otra parte, aunque el Ministerio define que “las funciones de los enfermeros en las “consultas del viajero” son la administración de las vacunas y la educación sanitaria sobre las medidas preventivas a adoptar” sólo la primera parte de la definición -la de las vacunas- está clara. “No sólo es eso, nada más entrar en la consulta del viajero, aplicamos el PAE para detectar los miedos, problemas , falta de conocimientos… para realizar una atención adecua-da al viajero. El ministerio nos ve como un mero ejecutor de las decisiones médicas y no es solo eso”, asegura Ana Crespo.
La Asociación de Enfermería de Sanidad Exterior denuncia que “no siempre se les permite hacer educación para la salud ni consejo sanitario, sólo una labor de refuerzo si hay dudas y siempre a criterio del médico. No hay un procedimiento establecido”. Sin embargo, al dotar de más responsabilidad y autonomía a la enfermería en este sentido se reducirían considerablemente las esperas y colas que se forman cada verano cuando acuden masivamente las personas que deciden hacer viajes a destinos exóticos.
Fuentes del Ministerio de Sanidad explican que “la organización de las consultas en los Centros de Vacunación Internacional es un aspecto que se gestiona internamente en cada Unidad. El criterio general de actuación en lo que se refiere a la atención al viajero es que al médico le corresponde la evaluación del riesgo y la prescripción de medicamentos”. Con lo de “internamente”, lo que se quiere decir es que esa gestión la realizan los jefes de ser-vicio que son médicos.
Inspecciones
El tráfico marítimo en Europa aumenta cada año. En 2010 se registraron 1,9 millones visitas de cargueros a alguno de los 1.200 puertos que existen en los 25 Estados miembros de la Unión Europea. Más de 390 millones de pasajeros llegaron en ferri en 2009 y 6,2 millones de europeos embarcaron en un crucero con 570.000 personas trabajando en ellos, un sector que ha crecido un 40 por ciento en los últimos tres años.
Para los enfermeros que ejercen en los puertos la situación tampoco es fácil ni cómoda debido a la ausencia de protocolos y al sistema de trabajo. Todos los buques que realicen un trayecto internacional necesitan un certificado higiénico sanitario que debe renovarse cada seis meses. La inspección se rige por los manuales de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y controla parámetros como la salubridad en el interior de la embarcación, la higiene en la cocina, la presencia de plagas, los alimentos, etc.
Según explica el Ministerio de Sanidad, “las inspecciones a los buques no están vinculadas a ninguna titulación específica y pueden ser llevadas a cabo por personal de enfermería, técnicos de inspección, médicos o veterinarios. El que ha realizado la inspección debe constar en el certificado de inspección, el cual siempre debe ser supervisado y firmado por un jefe de servicio de Sanidad Exterior. En caso de discrepancia en algún criterio prevalece el del jefe del servicio. No obstante, en el expediente debe quedar constancia del criterio de quien ha realizado la inspección”.
Sin protocolos
Los enfermeros que desarrollan su labor en este ámbito aseguran que la situación es muy distinta. Por una parte, “no hay protocolos claros, ni un formulario para chequear los distintos aspectos que el profesional está revisando. Es verdad que los enfermeros podemos hacer la inspección, pero prevalece el criterio del médico. Imaginemos que uno de nosotros encuentra cinco infracciones reseñables en la inspección, si luego el médico -que a lo mejor ni ha pisado el barco- considera que no es importante pues se le expide el certificado al barco y listo”, explica Ana Crespo. Lo habitual es que la inspección la lleve a cabo el enfermero o el técnico y sólo en algunos casos, el galeno.
6 Comentarios
Aedes albopictus
Alguien más por aquí que esté opositando para Sanidad Exterior??
Jaime
Yo!
Interino Puerto
No he sufrido tanto desprecio a mi profesión enfermera en ningún sitio como sucede en sanidad exterior. Poco más y parece que ni tuvieras estudios…
Maria
Hola Lidia, al igual que tu soy enfermera y me gustaría contactar contigo. Mi correo es enfermeraopositando@gmail.com si puedes escribirme te lo agradecería. Gracias.
Lidia
Hola Soy Lidia una enfermera de sanidad exterior novata y este articulo expresa muy bien la situación en la que estoy inversa.
Me gustaria conocer mas para asi compartir nuestras experencias profesionales
Teresa
Y los que trabajamos en los Servicios Sociales públicos, tampoco. Por no tenernos en cuenta, cuando te registras en el Colegio Oficial, te tienes que apuntar en la categoría «OTROS», ni una noticia en las publicaciones colegiales,…
Sobrevivimos.