EUROPA PRESS.- Científicos del Centro de Infección e Inmunidad de la Escuela de Salud Pública Mailman de la Universidad de Columbia (Estados Unidos) y de la Universidad SunYat-Sen (China) han sentado las bases para el desarrollo de pruebas de anticuerpos altamente sensibles para la infección por todos los coronavirus humanos conocidos, incluidas las nuevas variantes del SARS-CoV-2. Estas pruebas, según publican en la revista científica Communications Biology, también deberían permitir diferenciar las respuestas inmunitarias debidas a la infección y a la vacunación.
La matriz de péptidos HCoV desarrollada por estos científicos consta de 3 millones de marcadores inmunitarios en un chip de vidrio, que abarca las proteínas de todos los coronavirus humanos conocidos, incluido el SARS-CoV-2. Estos investigadores identificaron 29 firmas inmunológicas específicas del virus que provoca el COVID-19. Estas huellas genéticas (péptidos) proporcionan el modelo para las pruebas que se utilizarán para el diagnóstico y la vigilancia. Las pruebas actuales de anticuerpos para detectar la infección por el SRAS-CoV-2 pueden generar falsos positivos debido a la reactividad cruzada con los coronavirus estacionales responsables del resfriado común, así como con el MERS-CoV y el SARS-CoV-1.
Para desarrollar la matriz de péptidos HCoV, los investigadores analizaron en primer lugar muestras de sangre tomadas de individuos con infecciones asintomáticas, leves o graves de SARS-CoV-2, y de controles que incluían individuos sanos y expuestos a SARS-CoV-1 y coronavirus estacionales. Un análisis de todos los 170.000 péptidos relacionados con coronavirus humanos conocidos arrojó 29 péptidos con la reactividad más fuerte y específica con el SARS-CoV-2. A continuación, validaron su prueba utilizando un segundo conjunto de muestras de sangre, incluidas las de casos confirmados de SARS-CoV-2, las de personas con anticuerpos contra otros coronavirus humanos y las de individuos sanos.
La nueva prueba tiene una especificidad y sensibilidad del 98 por ciento. Las firmas inmunitarias estaban presentes desde ocho días después de la aparición de los síntomas del COVID-19 hasta seis o siete meses después de la infección.
«Este trabajo nos permitirá, a nosotros y a otros, crear análisis de sangre baratos y fáciles de usar que puedan proporcionar datos sobre la exposición y la inmunidad», explica uno de los líderes de este trabajo, Nischay Mishra, profesor adjunto de Epidemiología en la Columbia Mailman School.