EUROPA PRESS. – Investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Indiana (Estados Unidos) han desarrollado un test de análisis de sangre para medir objetivamente el dolor, con el objetivo de detener la crisis de alto consumo de opioides que está afectando al país norteamericano. El estudio, publicado en la revista ‘Molecular Psychiatry’, realizó un seguimiento de cientos de participantes en el Richard L. Roudebush VA Medical Center de Indianápolis para identificar biomarcadores en la sangre que puedan ayudar a determinar objetivamente la gravedad del dolor de un paciente.
El análisis de sangre, el primero de su clase, permitiría a los médicos mucha más precisión en el tratamiento del dolor, así como una mejor visión a largo plazo del futuro médico del paciente. «Es muy importante tener una medida objetiva del dolor, ya que es una sensación subjetiva. Hasta ahora, los médicos han tenido que depender de los pacientes para recibir esta información o de su propia impresión clínica que se informan a sí mismos o de la impresión clínica que tiene el médico. La idea era encontrar una manera de tratar y prescribir las cosas de manera más razonada científicamente a las personas que sufren cualquier tipo de dolor», explica el líder del estudio, Alexander Niculescu.
Durante su investigación, analizó los biomarcadores encontrados en la sangre, en este caso, moléculas que reflejan la gravedad de la enfermedad. Al igual que la glucosa sirve como biomarcador para la diabetes, estos biomarcadores permiten a los médicos evaluar la gravedad del dolor que está experimentando el paciente y fijar un tratamiento de manera objetiva y cuantificable. El investigador cree que podría ayudar a paliar la epidemia de consumo de opioides.
«La epidemia de opioides se produjo porque los medicamentos adictivos se recetaron en exceso debido a que no existe una medida objetiva para el dolor. Necesitamos alternativas a los opioides y necesitamos tratar a las personas de una manera precisa. Esta prueba que hemos desarrollado permite precismante esto», argumenta Niculescu.
Además de proporcionar una medida objetiva del dolor, este nuevo análisis de sangre ayuda a los médicos a comparar los biomarcadores en la sangre del paciente con las posibles opciones de tratamiento. Los investigadores utilizan una base de datos de recetas, similar a las bases de datos de huellas dactilares, para hacer coincidir los biomarcadores del dolor con los perfiles de medicamentos y compuestos naturales catalogados en la base de datos.
Además, los expertos del estudio descubrieron biomarcadores que no solo coinciden con los medicamentos no adictivos que pueden tratar el dolor, sino que también pueden ayudar a predecir cuándo alguien podría experimentar dolor en el futuro, lo que ayuda a determinar si un paciente presenta dolor crónico a largo plazo y, así, disminuir el número de visitas a Urgencias o el médico de cabecera.