GEMA ROMERO.- ¿Se puede medir la humanización cuando no existe una idea clara de qué es? Investigadores de la Facultad de Psicología de la Universidad de Almería sí creen que es posible y han elaborado la escala HUMAS, que han validado en un estudio científico publicado en la revista International Journal of Environmental Research and Public Health centrado en los procesos psicológicos, en las competencias personales que capacitan a las enfermeras para ofrecer al paciente una atención de calidad.
En el modelo que proponen definen la humanización como un “conjunto de competencias personales que permiten desarrollar la actividad profesional, dentro del ámbito sanitario, velando por la dignidad y el respeto hacia el ser humano”. Como explica M.ª Carmen Pérez-Fuentes, de la Facultad de Psicología de la Universidad de Almería y autora principal del estudio, en declaraciones a DiarioEnfermero.es, “actualmente, la forma de medir o valorar estas buenas prácticas de humanización es realizando una checklist y, en gran medida, se fundamenta en la realización o no de determinados procesos o acciones, valorando en muchas ocasiones la calidad de la atención en función de quien la recibe. Pero nosotros vamos un paso más, señalando las competencias personales que los profesionales deben tener o adquirir para mejorar la calidad de su atención”.
Como indica Ivan Herrera, investigador y profesor de la Facultad de Ciencias de la Salud (grado de Enfermería) de la Universidad Alfonso X el Sabio, «el Modelo HUMAS ofrece una posible definición, fundamentada en determinadas competencias, a la ya de por si compleja idea que es la humanización del cuidado, permitiendo además obtener datos cuantitativos que posibiliten una valoración objetiva». De hecho, como subraya Herrera, este modelo «puede aplicarse a cualquier profesión, si bien hemos comenzado validando un instrumento para enfermeras continuaremos en otros profesionales sanitarios e incluso en otros ámbitos diferentes al sanitario».
Así, su modelo «se enfoca a la valoración y medición de las competencias de índole personal. Nunca se ha relacionado con las competencias técnicas de los profesionales, ni con otras acciones de humanización organizacional e institucional», destaca el profesor de Enfermería, sino que se aborda desde la psicología. Una vez definido su modelo, el siguiente paso ha sido validarlo a través de un cuestionario propio en el que han participado 338 enfermeras de diferentes hospitales y centros sanitarios españoles que les ha permitido realizar un estudio cuantitativo, observacional y transversal que ha demostrado que “tiene una validez y confiabilidad de construcción adecuadas, definiendo la humanización de la atención como un concepto multidimensional compuesto por cinco factores: afecto, autoeficacia, comprensión emocional, disposición optimista y sociabilidad”.
Humanización en enfermería
Como explica Diego Ayuso, secretario general del Consejo General de Enfermería y coautor de este estudio, “la humanización en enfermería es dar prioridad en la atención sanitaria a aspectos tan relevantes como la empatía, la comunicación, la confidencialidad, la ética o la seguridad del paciente”. A su juicio, “la profesión enfermera es cuidar, no se puede cuidar sin humanizar, es la esencia de nuestra profesión. Pero a veces, debido al contexto, el enfoque se puede distorsionar, por eso es tan importante priorizar la humanización y que sea el eje estratégico de nuestra actuación profesional como enfermeras y enfermeros”.
Algo que sólo se podrá lograr si podemos medirlo de forma ágil y sencilla. “Si la atención sanitaria y los cuidados que proporcionamos abarca los conceptos claves de humanización asistencial, pero no tenemos escalas para medirlos, podemos estar hablando de humanización a nivel teórico o tener proyectos en marcha que al final no consiguen los objetivos establecidos, ya que los pacientes, familiares y los propios profesionales de la salud ven necesario una atención sanitaria más humana, que debe concretarse en indicadores claros, medirlos y ver si estamos alcanzando lo que nos proponemos en la línea de humanización o por el contrario no se consigue”.
Así, como explican los autores en su estudio, “este instrumento proporcionará una medición de los beneficios de los programas de intervención dirigidos a implementar acciones basadas en la atención humanizada. También nos permitirá encontrar si las unidades o centros con el nivel más alto de HUMAS tienen los mejores resultados en términos de evaluación de la calidad de la atención por parte de los pacientes”, destacan.
En un primer momento su escala está dirigida en exclusiva a los profesionales de enfermería, su reto de futuro es proponer “nuevos instrumentos específicos adaptados a los diferentes profesionales y contextos”, tal y como comenta Pérez-Fuentes. Herramientas que irán poniendo al alcance de todos los interesados en la página web que han desarrollado para ello: http://www.sej473.com/humanizacion/
Felicitaciones al equipo de trabajo que realizó estas investigaciones que es mi importante en mi tarea de trabajo.