EUROPA PRESS.- Científicos de la Universidad de Manchester y la Salford Royal NHS Trust (Reino Unido) han desarrollado una lámpara que podría tratar las úlceras crónicas con luz, gracias a la combinación de luz infrarroja, roja y ultravioleta.
El ensayo, financiado por Arthritis Research UK y liderado por el doctor Michael Hughes, probó la terapia en úlceras de dedo causadas por la esclerosis sistémica, en la que el sistema inmune ataca los dedos de manos y pies del cuerpo. Para el investigador principal dle estudio, este dispositivo es un tratamiento potencial para otras úlceras, incluidas las diabéticas y venosas.
La lámpara construida por el equipo tiene 32 bombillas diferentes que emiten luz infrarroja, roja o ultravioleta. Ocho pacientes con 14 úlceras en total se sometieron al tratamiento con este dispositivo. En el estudio, publicado este miércoles en la revista ‘Journal of Dermatological Treatment’, los pacientes fueron tratados con la lámpara durante sesiones de 15 minutos, dos veces por semana durante tres semanas.
Después del tratamiento, hubo una mejora promedio del 83 por ciento en las úlceras, todo ello sin presentar efectos secundarios. Los científicos creen que la luz ultravioleta mata a las bacterias y reduce la inflamación que impide la curación.
Con respecto a la luz roja, dicen que aumenta la circulación sanguínea, incrementando el suministro de oxígeno y los nutrientes necesarios para la cicatrización de heridas. También consideran que estimula la producción del colágeno proteico en la piel, que proporciona el andamiaje natural para ayudar al crecimiento de nuevos tejidos.
Además, detallan que la luz infrarroja, utilizada por ejemplo en los mandos a distancia de los televisores, está asociada con el aumento del flujo sanguíneo y el oxígeno.
Los pacientes que reciben terapia con láser para úlceras actualmente reciben tratamiento en el hospital durante cinco días y se ven obligados a tomar medicamentos que disminuyen su presión arterial. Sin embargo, la nueva terapia se puede administrar en el hogar y, según el doctor Hughes, incluso con una tarjeta SIM se monitorear el progreso de los pacientes de forma remota.
«Creemos que esta tecnología va a cambiar las normas del juego. Las implicaciones son enormes. Las úlceras causan mucha angustia a los pacientes, y los tratamientos actuales son costosos y problemáticos para los pacientes, que solo pueden recibirlos en el hospital. Pero esta tecnología es barata y práctica, ya que se puede administrar en casa», detalla Hughes.
Los investigadores creen que este dispositivo podría adaptarse fácilmente para controlar las úlceras de forma remota utilizando cámaras. «También podrían programarse para reconocer diferentes partes del cuerpo, de forma que el tratamiento se administre con precisión. En los próximos 6 a 12 meses vamos a refinar la máquina y en 12 meses esperamos probarla con úlceras diabéticas», ha concluido.