GEMA ROMERO.- Durante la pandemia, las enfermeras de prevención y control de infecciones demostraron la importancia de su papel. Una vez superada, su futuro inmediato se centra en “ordenar la profesión y desarrollar nuestro campo competencial”. Así lo ha expresado Inmaculada Fernández, en la segunda jornada de Asociación Española de Enfermería de Prevención y Control de Infecciones (AEEPyCI) celebrada en Madrid, donde han analizado el principal reto de las enfermeras de control de infecciones: desarrollar sus competencias.
Como detallaba Inmaculada Fernández, presidenta de AEEPyCI, en declaraciones a DiarioEnfermero.es, “más allá de volver a recuperar toda la actividad prepandemia, de tener todos los programas en marcha, tenemos el reto de conseguir evolucionar en nuestras competencias, ojalá una práctica avanzada, una especialidad, todo el ámbito competencial. Como asociación nacional es lo que nos corresponde trabajar. Después necesitamos dimensionar los equipos correctamente, de que todas nuestras enfermeras estén formadas correctamente, con formación de máster, de nivel superior…”
Para Florentino Pérez Raya, presidente del Consejo General de Enfermería y encargado de inaugurar esta jornada, “una de las pocas consecuencias positivas que nos dejó el coronavirus es la conciencia y el convencimiento de la importancia de la vigilancia epidemiológica, de la capacidad para prevenir infecciones mediante la vacunación o la importancia de la higiene, tanto en el ámbito hospitalario como en la sociedad en general. Ahora, lo que toca avanzar y consolidar ese conocimiento científico en torno a esta materia”. Para ello, a su juicio, las enfermeras deben investigar en su campo de actuación, “creemos firmemente que la investigación es uno de los motores para el progreso de la sociedad y de la sanidad, y para que los cuidados tengan siempre una sólida base a través de la evidencia científica, así como que los avances se implanten cuanto antes en la práctica clínica”.
Por su parte, Jorge Andrada, presidente del Colegio de Enfermería de Madrid y anfitrión de la jornada señalaba que “colegio profesional defendemos y defenderemos siempre el valor y el papel esencial de las enfermeras en la prevención, el control y el tratamiento de las infecciones. Pero tampoco olvidamos, aunque ha habido avances, que han de desarrollarse más extensamente normativas, especialmente ligadas a la indicación y prescripción de determinados fármacos y productos sanitarios que posibiliten que dicho papel sea plenamente desarrollado no sólo en aras de un beneficio profesional, sino en virtud de la necesidad que los ciudadanos tienen de ella”.
Retos de futuro
En la jornada se han planteado mirar al futuro, pero mirando también a Europa. Así, han presentado distintos programas y sistemas automatizados por la prevención de infecciones, tanto en España como en Reino Unido, o el programa “Clean Hospital” de la Universidad de Ginebra (Suiza).
Así, Laia Castellà, enfermera de prevención y control de infecciones del Hospital Germans Trias i Pujol de Barcelona, ha presentación un programa que han creado en el hospital como un nexo de unión a muchos diferentes programas que usaban cada día para su labor, unificándola en un solo programa. Esto supone “un ahorro de tiempo importante. También más eficacia y más fiabilidad, porque al estar semiautomatizado, el sesgo del error humano no existe y supone que detectamos pacientes que estaban diagnosticados en otra etapa de su asistencia, que no habían estado en el hospital y actualmente podemos detectar este microorganismo multi resistente que se los diagnosticó anteriormente. Antes no teníamos un modo para hacerlo”.
Por su parte, Gema Martínez ha explicado el desarrollo del sistema automatizado para la prevención y control de infecciones que existe en el sistema británico de salud, donde es subdirectora del servicio de prevención y control de infecciones. “Lo que hicimos es incorporar la manera que tiene el Reino Unido de trabajar con control y prevención de infecciones en el sistema electrónico que tenemos para los pacientes. Esto no se había tenido en cuenta y vimos la oportunidad para desarrollar algo específico para nuestra forma de trabajar con los pacientes”. Para esta enfermera española, una de las principales ventajas “es que hemos podido comunicar cosas de la manera que trabajamos ahora, para la gente que está en la parte asistencial, con el paciente. Hemos acortado el proceso de comunicación”. También han reducido los errores humanos.
Además, como señalaba la presidenta de AEEPyCI, la vigilancia automatiza conseguiría que nuestros recursos humanos se pudieran dedicar a otras cosas que no a la vigilancia más mecanizada y hacerlo de forma más automática y que tuviéramos todo muchísimo más digitalizado. El problema que tenemos es que no todos trabajamos con los mismos sistemas informáticos”. Así, ponía, el ideal de actualización sería que desde el momento en el laboratorio marca a un paciente como un portador multirresistente, automáticamente se generasen los informes, las actividades que tienes que hacer, los planes de cuidados asociados a la vigilancia, el control de la infección, etc. “Todo sería más rápido en tiempo real y las actuaciones seríamos más eficientes”. Algo que no está en marcha porque “estamos empezando a digitalizar las unidades”, concluía Fernández.