MARINA VIEIRA.- Tienen patologías graves e incapacitantes como lesiones medulares, espina bífida o han sobrevivido a un cáncer colorrectal, pero a veces su incontinencia fecal les genera más vergüenza, dolor y angustia que su patología de base. Muchos afectados, más de 70.000 podrían controlar su intestino neurógeno gracias a los sistemas de irrigación transanal, unas terapias para “limpiar” el aparato digestivo y que la defecación se produzca en casa y en el momento elegido por el paciente y no les sobrevenga en el trabajo o en plena calle. Sin embargo, sólo cuatro Comunidades Autónomas financian estos sistemas lo que genera diferencias e inequidades entre pacientes, que tienen mayor o menor calidad de vida en función de su lugar de residencia.