JAVIER IRURTIA.- Cómo abordar y superar una relación complicada con un paciente difícil es el contenido de la comunicación presentada en el Congreso Internacional de Enfermería que se celebra en Barcelona por un grupo formado por tres enfermeras navarras y una canaria.
El estudio parte de que en la relación enfermera-paciente pueden surgir emociones negativas y que la “falta de habilidades para manejar esas situaciones provoca sentimientos de incompetencia profesional, frustración e incluso burnout o síndrome del profesional quemado”.
Titulado “El paciente difícil, detección de dificultades y estrategias para la mejora en su cuidado: contratransferencia negativa”, la comunicación es obra de Mª Nieves Izco García, jefa de unidad de Enfermería de la Unidad de Hospitalización Psiquiátrica 2 del Complejo Hospitalario de Navarra; Montserrat Fernández Rubio, enfermera de la Unidad de Hospitalización Psiquiátrica del Hospital Donostia (Gipuzkoa); Carmen Delia Marrero Medina, profesora de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (Lanzarote); y Edurne Recalde Lamelas, enfermera en Esteve Teijin Healthcare (Pamplona). Nieves Izco, Montserrat Fernández y Carmen Delia Marrero son especialistas en Enfermería de Salud Mental.
Transferencia y contratransferencia
La comunicación parte de la idea expuesta por Hildegard Peplau sobre la necesidad de una relación efectiva entre enfermera y paciente para que el proceso de cuidados resulte eficaz. “Peplau parte del supuesto de que los pacientes reciben mejores cuidados si la enfermera es más consciente de sí misma”, apunta el estudio.
En esta línea, se detallan dos fenómenos que se producen en las relaciones terapéuticas: transferencia y contratransferencia. El primero, dentro de la Enfermería, se define “como el conjunto de actitudes, sentimientos y pensamientos que experimenta el paciente en relación con la enfermera; mientras que la contratransferencia se refiere a lo experimentado por la enfermera respecto del paciente”, detallan las autoras.
Dicha contratransferencia puede ser positiva, “emociones percibidas por la enfermera de tipo pasional y/o paternalista que producen enamoramiento, compasión o lástima, pero no favorecen el tratamiento, sino la dependencia del paciente”; o negativa: “Las emociones percibidas por la enfermera que provocan malestar, rechazo, pérdida de control o autoridad, disminución de autoestima y frustración. Influyen en la relación de ambos y perjudican la relación terapéutica”.
Cuestionarios validados para identificarla
En la práctica asistencial, apuntan las autoras de la comunicación, “conocer e identificar la contratransferencia negativa influye en la relación terapéutica”. Para ello, proponen distintos cuestionarios validados “en los que poder evaluar y sobreponerse a los pensamientos y sentimientos negativos”, como el Feeling Checklist, el Countertransference Questionnaire (CQ) y el Translation and cross-cultural adaptation of the Rating Scale for Countertransference (RSCT).
En cuanto a las estrategias para el manejo del paciente difícil, en el estudio se propone “adoptar una actitud evaluativa. Reconocer las emociones propias y no evadirlas, sino aceptarlas. Mejorar las habilidades comunicativas utilizando un estilo asertivo, respetando los derechos del paciente, así como adoptar una actitud hacia el paciente positiva, empática y respetuosa”. Por último, se aconseja “aceptar nuestras limitaciones y reconocer que la relación puede no ser satisfactoria. En caso de que no podamos ser competentes, se debe pedir ayuda o derivar a otra enfermera”.
2 Comentarios
Malika Mohamed Aomar
Estamos en un «boom»de la profesión enfermer@ con reconicimiento mundial y si nos hacemos valorar es gracias a nuestro esfuerzo físico e intelectual. Gracias compañeros
silvia Mendoza Olvera
Estoy muy contenta que el gremio enfermera a nivel nacional e internacional sea reconocido como un profesional falta mucho pir hacer pero la enfermeria esta xreciendo