NADIA REVELO. Enfermera y colaboradora de EPM.- Ante la actual crisis, el Consejo Internacional de Enfermeras (CIE) llama a reconocer el importante papel que tiene la profesión en la eficacia en el sector salud tanto en los países llamados desarrollados como en los de rentas más bajas y en grandes sectores de la población excluidos.
El CIE identifica la crisis económica como una causa estructural del deterioro de los sistemas de salud y llama la atención sobre las agendas nacionales que deben garantizar la cobertura sanitaria universal. Estas dos situaciones constituyen un reto para las profesiones de la salud y especialmente para la enfermería, la más numerosa en el sector. Pone de relieve los cuatro problemas básicos que afectan hoy a la enfermería.
El primero es el creciente coste de la atención fruto de la mayor demanda de servicios por el envejecimiento poblacional, de los altos costes tecnológicos y de medicamentos, y de la gestión inadecuada de los servicios.
El segundo tiene que ver con el compromiso de muchos países con la cobertura sanitaria universal, en un contexto de recortes generalizados en costes sociales, lo que crea una fuerte presión sobre los servicios, faltos en personal y recursos suficientes para atender con calidad.
Desarrollo
En tercer lugar el CIE enfatiza la relación salud y desarrollo, destacando la escasa inversión en servicios de salud y formación de personal, sobre todo en países de renta baja, y la incidencia perjudicial en los sistemas sanitarios de los ajustes estructurales exigidos por el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial. También propone que la agenda post-2015, con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), debería incluir las enfermedades no transmisibles, el envejecimiento, la movilidad humana o el impacto del cambio climático en la salud, entre otros.
El cuarto aspecto a destacar es la escasez mundial de enfermeras. La crisis económica ha disminuido drásticamente su contratación, empeorado las condiciones de trabajo y aumentando su carga de responsabilidades, provocando una fuerte migración que produce grandes pérdidas para las naciones donde se han formado. Esta precariedad influye directamente en la calidad de los servicios y en las coberturas de atención, aumentando complicaciones y número de muertes prevenibles.
Análisis
Con este panorama, el CIE propone que la profesión reflexione sobre su papel en la eficacia del cuidado y la eficiencia del gasto. Con ese fin se debería realizar un análisis sobre la base de tres niveles, el primero, correspondiente a una esfera macro, realizaría un estudio histórico del modelo de protección social nacional y su interacción con la posición que ocupa el país en el sistema económico global, tratando de ser interdisciplinario e intersectorial e implicando al ámbito académico, a las organizaciones sociales y al Estado.
Un segundo nivel, meso, se centraría en analizar los aspectos estructurales del sistema de salud, revelando el modelo teórico y práctico sobre el que se fundamenta y cómo éste responde o no a los cambios demográficos, sociales, económicos y culturales, sin producir exclusiones o discriminaciones.
Y por último, el nivel micro, en el que la propia profesión en sus diferentes campos puede reflexionar sobre cómo responde a las distintas problemáticas socioeconómicas, respetando su propio código deontológico. Debería incluir igualmente a las organizaciones sociales y al Estado, tratando de reflexionar y actuar sobre lo cotidiano en el área asistencial, educativa y de investigación.
Si lo enfocamos hacia el ámbito de la cooperación en las zonas más castigadas por la pobreza, con gran escasez de medios y de recursos humanos sanitarios, la enfermería posee todas las herramientas para identificar actuaciones e incidir sobre los determinantes de la salud. Mejor que cualquier otra profesión sanitaria, está en condiciones de poder llevar a cabo análisis globales, como el de la salud colectiva, que revisa las causas estructurales de la pobreza y la injusticia social, y desde esa visión detectar cuestiones particulares sobre los que incidir para conseguir la transformación de la realidad.
Si bien la enfermería ha demostrado ser capaz de hacer mucho con pocos medios, mejorar sus competencias y dotarla de los recursos necesarios para un ejercicio profesional de calidad, contribuiría directa y eficazmente a la mejora de las condiciones de vida de las poblaciones más vulnerables.
Enfermeras y enfermeros son elementos clave en la construcción de un futuro en el que la salud sea un derecho humano real y Universal para todas las personas, con independencia del país o comunidad en el que hayan nacido.