REDACCIÓN.- La diabetes es en una de las principales causas de enfermedades cardiovasculares, insuficiencia renal y ceguera, entre otras comorbilidades incapacitantes. Estas complicaciones, que son en muchos casos evitables mediante formación para los pacientes, generan altos costos humanos, sociales y económicos para la sociedad y el Sistema Nacional de Salud (SNS).

En este sentido, y según datos de la Federación Española de Diabetes (FEDE), se estima que la diabetes supone más del 8% del presupuesto del Sistema Nacional de Salud (SNS), correspondiendo cerca del 37% de este gasto a comorbilidades asociadas a un mal control de esta patología por parte de los pacientes, por falta de educación diabetológica.

Asimismo, los expertos señalan que estas complicaciones son, en muchos casos, evitables mediante la participación de personas con diabetes y familiares en programas estructurados de educación terapéutica, que les permitiría una correcta autogestión de la patología.

Aval del CGE

Así las cosas, la FEDE ha lanzado, con la colaboración de Bayer, la campaña “Diabetes y comorbilidades”, que además cuentan con el aval de la Sociedad Española de Nefrología (SEN), la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN), la Sociedad Española de Diabetes (SED), la Red de Grupos de Estudio de la Diabetes en Atención Primaria de Salud (Red GDPS) y del Consejo General de Enfermería de España (CGE), cuyo objetivo es fomentar un mayor conocimiento e implicación de las personas con diabetes en relación a las distintas complicaciones asociadas a la patología, ayudando a prevenirlas y/o detectarlas de forma temprana.

Comorbilidades

Según ha señalado Juan Francisco Perán, presidente de la FEDE, “entre las comorbilidades más frecuentes asociadas a la diabetes se encuentran la enfermedad cardiovascular, la enfermedad renal diabética, las retinopatías o la depresión, las cuales tienen un enorme impacto en la calidad de vida de los pacientes”. Además, ha resaltado que “los recursos de educación diabetológica son clave para las personas con diabetes, pues con una mayor e individualizada formación terapéutica, se lograría un mejor autocontrol de la patología y, con ello, se conseguiría reducir enormemente el desarrollo de comorbilidades”.