D. RUIPÉREZ / A. ALMENDROS.- Diego Ayuso, secretario general del Consejo General de Enfermería, nos habla de la segunda edición del libro La gestión enfermería y los servicios generales en las organizaciones Sanitarias. Aprovechamos para repasar con él las claves para ser un buen gestor.

Se trata de la segunda edición de este libro, ¿a quién va dirigido?

El libro va dirigido a todas las personas, todos los profesionales que se dedican ya a la gestión sanitaria, tanto en el ámbito de la dirección de enfermería como los Servicios generales y también con el ámbito gerencial, porque realmente es muy importante conocer estas dos grandes pautas en gestión de las organizaciones sanitarias o bien personas que están interesados algún día en empezar en gestión y en profundizar en gestión. Por lo tanto, la población que hemos definido para hacer llegar el libro es amplia. En un hospital de nivel tres puede haber fácil entre 100 o 125 enfermeras que se dedican exclusivamente a gestión, ósea que no es un ámbito reducido.

Hablas de dar el salto, ¿cómo fue en tu caso?

Yo era un enfermero de cuidados críticos y grandes quemados, ya llevaba trabajando como enfermera asistencial ocho años y mi supervisora de unidad pasaba a ser supervisora de área y necesitaba un relevo, alguien que ocupara su puesto. Insistía en que fuera yo, pero no veía que podía tener cualidades para la gestión. De hecho, fui bastante reacio inicialmente y con el tiempo he comprobado que ella vio mi capacidad de organización, compromiso y habilidades en las relaciones con las personas, que es una cualidad clave dentro de los gestores enfermeros. Es verdad que hay muchos compañeros que por inquietud quieren dar el salto ellos mismos, pero muchas veces te viene de los que en ese momento son tus responsables.

¿Te ha ayudado a tu condición de psicólogo para saber lidiar mejor con las personas en tu puesto como gestor?

Sí, yo ya estudié Psicología para que me aportara a mi profesión como enfermero. Es decir, yo estaba haciendo asistencia en ese momento en psicología clínica para tener más cualidades a la hora de poder entender la conducta humana, conocer mejor al paciente, a la familia y poder hacer mejor mi trabajo como enfermero. Pero justo finalicé la carrera de psicología empecé en gestión Por lo tanto, lo que yo había enfocado para la clínica no lo utilicé nunca, pero sí lo puse en práctica en la gestión de personas y organizaciones.

¿Qué muros tiene que derribar un gestor?

En gestión te encuentras muchísimas veces con limitación de recursos, sobre todo limitación de recursos. No tienes la plantilla suficiente. Sabemos cómo estamos en nuestro país, a nivel de enfermeras y demás. Entonces esas limitaciones de recursos que también pueden ser recursos organizativos o recursos materiales lo tienen que gestionar la supervisora de unidad o la dirección de enfermería del hospital. Y eso es muy complejo porque con los recursos que tienes debes ser lo suficientemente creativo e improvisar muchas veces para sacar adelante los proyectos.
Todo lo que hacemos es para y por el paciente.

Siempre escuchamos que la sanidad requiere un giro copernicano hacia la cronicidad, hacia cambiar un sistema basado en la atención al agudo frente al crónico, responsabilidad de la enfermera… Pero ¿crees que hay valentía política para acometerlo?

El cambio es necesario. Deberíamos tener mayor compromiso por parte de las administraciones públicas con la gestión enfermera y eso sí que creo que es un cambio que hay que dar. Donde se ha realizado ya hay avances en este sentido. Es decir, tomar políticas de salud contando con enfermeras siempre ha sido positivo y se ha demostrado en los últimos años.

¿Cómo puede ser que haya comunidades autónomas con direcciones generales ocupadas por enfermeras tipo Castilla-La Mancha o Asturias; consejeras de Sanidad enfermeras como en Baleares; y luego de repente un sindicato médico lleva a los tribunales que una enfermera no puede dirigir un centro de salud?

Creo que es un tema de corporativismo puro y duro, es decir, están muy alejadas esas decisiones o esas denuncias de la realidad que se vive en las organizaciones sanitarias, porque la realidad es que en gestión, trabajamos en equipo y no puede ser de otra manera. Es decir, las direcciones de enfermería están completamente integradas con las direcciones médicas o la división de gestión, como es el enfoque de este libro, y tienen que trabajar de forma coordinada y realmente ahí no hay reticencias. No se cuestiona que tú eres enfermero o que tú eres médico, trabajamos por y para el desarrollo de un proyecto gestor y las cosas son con mucha armonía.

Es decir, la toma de decisión de que una enfermera no pueda ser coordinadora de atención primaria, por ejemplo, que sabes que es una cosa que se está negando, es no tener realmente un conocimiento de lo que es la gestión sanitaria. La gestión sanitaria es organización, es gestionar recursos y eso lo tiene que hacer el que mejor formación tenga, el que mayor entrenamiento haya hecho y el que más competencias desarrolladas haya realizado en gestión. Y se ha demostrado que las enfermeras lo hacemos de forma brillante.