ALICIA ALMENDROS.- La distribución de pacientes en el hospital no es algo fácil teniendo en cuenta la presión asistencial que se produce durante gran parte del año en todos los centros sanitarios. Por ello, la enfermera Ángela Garrido ha diseñado una escala de niveles para adecuar las ratios enfermeras a las necesidades de cuidados de los pacientes. “Es cierto que existen herramientas, pero son complejas y no se ajustaban a nuestras necesidades”, explica.
Adecuar ratio enfermera
A lo largo de los últimos años la comunidad enfermera, los servicios sanitarios y los especialistas en gestión de recursos, han realizado un gran esfuerzo en la consecución de sistemas eficaces y a la vez operativos para su aplicación en el campo del trabajo enfermero, y esto está directamente relacionado con adecuar la ratio enfermera paciente a las necesidades reales de cuidados. “La necesidad de diseñar una herramienta electrónica para el registro del nivel de cuidadoses es clave al no haber encontrado en la bibliografía revisada un sistema valido de medición de trabajo enfermero para las unidades de hospitalización convencional que se pueda aplicar en nuestro medio”, expone Garrido.
Actividades
Las actividades de enfermería dentro de las Unidades de Hospitalización están condicionadas por el propio funcionamiento de los servicios clínicos y todo ello depende directamente de la adecuada organización del hospital: gestión de pacientes, diagnóstico por la imagen, laboratorio, farmacia, gestión de residuos, etc.
“Para determinar la carga de trabajo y poder planificar lo primero que deberíamos hacer es conocer la carga de trabajo derivada de la actividad estandarizada de cada unidad, y esto se debe hacer por cada turno de la organización en que se divide el trabajo. Para conocer este dato nos tenemos que basar en los sistemas de clasificación de pacientes, estos sistemas nos informan del nivel de dependencia y de la complejidad que requieren para poder solucionar los problemas, esto también va a depender de la organización de la unidad de enfermería. Una vez analizada la organización y conocidas las cargas de trabajo, corresponde a los responsables de las unidades dotarla con el número y capacitación de enfermeras adecuado para poder atender la necesidad de cuidados de los pacientes ingresados”, resalta la enfermera autora de la escala de cuidados.
Gestión de cuidados
La enfermería tiene un papel fundamental en la gestión de los cuidados, “pero, debemos dotar a las Unidades de Cuidados herramientas de que establezcan una relación coherente entre el trabajo enfermero. Estos deberían ser medidos a través de variables que sean específicamente sensibles a los cuidados directos proporcionados por las enfermeras, como por ejemplo los relacionados con la incidencia de úlceras por presión, caídas, infecciones urinarias o por ser portadores de cualquier tipo de catéter”, asegura Garrido.
Un estudio del Consejo Internacional de Enfermería (CIE) expone que la dotación de enfermera no debe hacerse dependiendo solamente del número de camas ya que esto nos va a dar poca información de los pacientes que las ocupan.
Lenguaje común
En Estados Unidos y Canadá 1980 empezaron a utilizarse los Grupos de Diagnóstico Relacionados (GRD) para gestionar los recursos de enfermería. “Pero la enfermera debe poder medir sus propios resultados y por eso queremos destacar el importante esfuerzo que en ese sentido se está llevando a cabo desde los grupos de Investigación de la Universidad de Lowa y del Outcomes Research in Nursing administration del Nacional Institute of Health en Estados Unidos para establecer un lenguaje común en intervenciones y resultados. Ya que, además de unificar el lenguaje, va a permitir medir resultados y en futuro, espero no muy lejano, adecuar los recursos a las necesidades de cuidados”, explica.
“En nuestro país el Proyecto NIPE (Normalización de las Intervenciones para la Práctica de la Enfermería) proporciona normas que, mediante el establecimiento de un lenguaje común y una metodología homogénea, permitan asegurar la calidad de la práctica de enfermería en sus distintas dimensiones”, prosigue.
Investigación
Esta enfermera espera poder seguir investigando para implantar la escala propuesta en otros centros y poder llegar a tener una batería de datos que puedan llegar a determinar “qué niveles de cuidados tenemos en hospitalización médico-quirúrgica, qué ratio de enfermeras necesitamos para cada tipo de pacientes y aunque a día de hoy parece una utopía poder llegar a diseñar hospitales por Niveles de Cuidados y no por especialidades médico-quirúrgicas. Esto haría una gestión más eficiente de los recursos enfermeros ya que permitirá adecuar la ratio enfermera-paciente en función de las necesidades de cuidados lo que a la vez redundará en una mejora de la seguridad del paciente”, finaliza Garrido.