GEMA ROMERO.- Desde que existen las curas, los vendajes han evolucionado poco. Con las nuevas tecnologías y los denominados wearables eso parece a punto de cambiar, pues son múltiples las investigaciones que se están desarrollando para dotar de sensores inteligentes a una nueva generación de tejidos. El último del que hemos tenido noticia es el desarrollado por un equipo de ingenieros de la Universidad Tufts (Boston, Estados Unidos) que ha desarrollado un prototipo de vendaje para la monitorización activa de las condiciones de heridas crónicas, así como para la aplicación de los tratamientos farmacológicos para mejorar las posibilidades de curación. Su investigación se acaba de publicar en la revista Small.

«Hemos podido adoptar un nuevo enfoque para los vendajes debido a la aparición de la electrónica flexible», afirma Sammer Sonkusale, profesor de ingeniería eléctrica e informática en la Escuela de Ingeniería de la Universidad de Tufts y coautor del estudio. » Simplemente estamos aplicando tecnología moderna a un arte antiguo, con la esperanza de mejorar los resultados para un problema difícil de resolver».

Su investigación se basa en que el PH de una herida crónica es uno de los parámetros para establecer su progreso. Las heridas que sanan normalmente se encuentran dentro del rango de PH 5.5. a 6.5, mientras que las heridas infectadas no curativas pueden tener un PH muy superior a 6.5. La temperatura también es un parámetro importante, ya que proporciona información sobre el nivel de inflamación y la formación del virus. Si bien los vendajes inteligentes en este estudio combinan sensores de PH y temperatura, Sonkusale y su equipo de ingenieros también han desarrollado sensores de oxigenación, otro marcador de curación, que se pueden integrar en el vendaje. La inflamación también podría ser provocada no solo por el calor, sino también por biomarcadores específicos.

Un microprocesador lee los datos de los sensores y puede liberar el fármaco bajo demanda de sus portadores calentando el gel. Toda la estructura está unida a una cinta médica transparente a partir de una venda flexible de menos de 3 mm de grosor. Los compresores se seleccionaron para mantener el vendaje desechable y de bajo coste, a excepción del microprocesador, que puede reutilizarse.

Múltiples opciones

«El vendaje inteligente que creamos, con sensores de PH y temperatura y administración de antibióticos, es realmente un prototipo para una amplia gama de posibilidades», sostiene Sonkusale. «Podemos imaginar incrustar otros componentes de detección, fármacos y factores de crecimiento que traten diferentes condiciones, en respuesta a diferentes marcadores de curación».

Este vendaje inteligente se ha creado y probado con éxito en condiciones in vitro. Los estudios preclínicos ahora mismo están en curso para determinar sus ventajas clínicas in vivo para facilitar la curación en comparación con vendajes tradicionales y productos para el cuidado de heridas.