CONCHI GARCÍA / DAVID RUIPÉREZ.- En el año 2001 y durante varios meses, la radio llevó la salud a más de 60 comunidades rurales de Ecuador, donde los desplazamientos son complicados por la orografía y las infraestructuras. La educación para la salud se abría paso a través de las ondas en el país iberoamericano. Eran los inicios de la actividad de la delegación en Canarias de Enfermeras Para el Mundo, que nació como una suma de esfuerzos compartidos con el Colegio de Enfermería de Santa Cruz de Tenerife, donde desde la cooperación internacional, fue apoyándose en otros pilares como la acción social y la educación para el desarrollo. Una amalgama de ilusiones e ideas que se transformó en un proyecto consolidado a largo plazo y que ha movilizado a muchas instituciones, organismos y financiadores en el archipiélago con repercusión en miles de personas de todo el mundo. Paulatinamente fueron poniéndose en marcha otras iniciativas de cooperación en América Latina, Venezuela, Bolivia y Perú. Las vinculaciones migratorias y la cercanía geográfica de Canarias a África, un continente a veces invisible debido a la ceguera voluntaria de los países más desarrollados, han suscitado tradicionalmente el interés de los financiadores públicos canarios en la lucha contra la pobreza, la mejora de la salud sexual y reproductiva, la salud materno-infantil y la dotación de infraestructuras sanitarias. Desde sus comienzos, EPM empezó a hacer frente a esas necesidades con acciones en Mauritania, Marruecos y Senegal.

En el caso de Mauritania, con un índice de desarrollo humano muy bajo, escasez de estructuras sanitarias, dificultades de acceso a la salud de la población y una alta tasa de mortalidad materna e infantil, a lo largo de estos años, se han llevado a cabo proyectos dirigidos a reforzar tanto el número de profesionales sanitarios —enfermeras y matronas— como sus competencias profesionales, a través de una formación de calidad. También se han mejorado las infraestructuras sanitarias, por ejemplo, con nuevos puestos sanitarios que han contribuido al acceso a la salud de la población.

El trabajo desde la delegación canaria de EPM en Marruecos consistió, inicialmente, en potenciar los servicios sanitarios en Chefchaouen, la ciudad azul de las montañas del Rif. Más adelante, y con financiación de administraciones públicas canarias, se trabajó en el perfeccionamiento de las competencias de profesionales de la salud, con el objetivo de reducir la mortalidad infantil en Salé —en la costa atlántica del país— o mejorar la salud sexual y reproductiva de las mujeres de Taroudant, la pequeña Marrakech.

La financiación pública canaria también ha contribuido a la transformación social de algunas zonas de Senegal en regiones como Tambacounda, Kaolack, Saint Louis, Diourbel y Sédhiou, esta última con altas tasas de mortalidad materna e infantil. En esta zona, además de mejorar la formación y las competencias del personal de enfermería y matronas, la acción de EPM durante tantos años se ha traducido en la construcción de infraestructuras sanitarias, como dispensarios y módulos de maternidad, la dotación de medios sanitarios de transporte y el equipamiento de puestos de salud y hospitales. Otras acciones han priorizado acceso al agua potable en las escuelas, la prevención de enfermedades endémicas y la mejora de la salud sexual, reproductiva y materno-infantil.

Voluntariado internacional

Los cambios reales se producen cuando no sólo se da una modificación óptima de las condiciones de las poblaciones más desfavorecidas, sino también cuando las personas que viven en condiciones más afortunadas deciden involucrarse desde la participación activa y directa en esa transformación. EPM facilita cada año que profesionales del ámbito de la enfermería puedan acercarse a conocer de primera mano las realidades en poblaciones empobrecidas en diferentes países, a través de su Programa de Voluntariado Internacional-VOLIN. Son numerosas las enfermeras canarias que a lo largo de más de una década han colaborado en este y otros programas de cooperantes, en los proyectos que EPM ha llevado a cabo en Ecuador, Guatemala, Bolivia y Marruecos.

Comprometidos con la transformación

Plasmar las desigualdades en fotografías, contar hechos e historias reales con el acento lejano de las personas que sufren diariamente y activar las conciencias en diferentes espacios de reflexión, dibujan la trayectoria de Enfermeras Para el Mundo desde el prisma de la educación para el desarrollo. La delegación de EPM en Canarias, a lo largo de todos estos años, en el intento de fomentar una conciencia social crítica y comprometer a la sociedad canaria en el conocimiento de otros países más desfavorecidos, ha puesto en marcha distintas actividades, tales como jornadas abiertas, actividades de difusión para estudiantes o enfermeros, charlas y talleres en centros educativos, exposiciones, cursos de formación y participación en la campaña anual “Pobreza Cero”. Social en el ámbito de la Salud 2018-2020 prioriza áreas de trabajo como la formación y la sensibilización en materia de salud, dirigida tanto a profesionales del ámbito social y sociosanitario como a personas social y económicamente vulnerables.

También se lleva a cabo una intervención directa a través de la dotación de material higiénico y sanitario y de fondos de farmacia a familias en situación de exclusión o en riego de padecerla. Es especialmente relevante el papel de enfermeros y enfermeras voluntarios/as en el desarrollo de todas estas actuaciones en las que el Colegio de Enfermería de Santa Cruz de Tenerife juega un papel muy activo.

Si algo caracteriza a la Delegación en Canarias es estar allí donde sea necesario, ampliando las arterias cooperativas, y haciendo así, de esta práctica de participación social, un valor principal. Por ello, forma parte de la Federación Coordinadora de ONGD de Canarias, de la Comisión de Inmigración y Convivencia del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife y mantiene relaciones fluidas con entidades públicas y organizaciones de la sociedad civil para el desarrollo de actividades a través de colaboraciones recíprocas.

ARTÍCULOS RELACIONADOS

Voluntariado enfermero en Canarias: “la solidaridad en mayúsculas”