NADIA OSMAN.- El Servicio de Alergología del Hospital Universitario Virgen Macarena estrenó en febrero de 2021 nuevas instalaciones para su Hospital de Día, donde son atendidos pacientes que precisan estudios de diagnóstico y de tratamiento, desensibilizaciones e inmunoterapia oral, para reacciones adversas a alimentos y medicamentos. Estos requieren procesos de exposición controlada de alto riesgo, con más de dos horas de estancia que se han visto reducidas debido a las recomendaciones sanitarias y medidas de prevención de contagio con incremento de la distancia entre sillones de pacientes.
En este Hospital de Día dos enfermeras, Ana Sanz Domínguez y Cristina Vergara Montero, se encargan de atender a un perfil de pacientes con patologías complejas y de todas las edades que, afirman, «van en aumento». Los mismos son derivados desde Atención Primaria así como hospitalaria desde otras especialidades.
Los resultados de la reforma, informa el hospital en una nota de prensa, «ofrecen a día de hoy, nuevas estancias con mayor amplitud, privacidad y seguridad, de forma que garantizan el cumplimiento de las medidas sanitarias recomendadas para una adecuada atención a pacientes, minimizando el riesgo de transmisión a estos y a los propios profesionales del Servicio de Alergología». Además, añade Raquel Aparicio Romo, Supervisora de Alergología y responsable del personal de las Consultas Externas del Policlínico, «se amplía el rango de pacientes citados cada día» y «se les realizan las pruebas que su Alergólogo ha determinado, llevándose, en algunos casos, los resultados el mismo día, ahorrándose esperas innecesarias». Para ello, según el hospital, «se
dispone de 10 sillones, dos de los cuales son convertibles en cama para situaciones que así lo requieran, con lo que se absorbe la demanda actual que el Servicio de Alergología, requiere para dar respuesta en tiempo y con la calidad necesaria, para los estudios de reacciones adversas a alimentos y medicamentos». Además, prosigue, «el diseño funcional facilita la circulación entre las diferentes áreas asistenciales, puesto que los pacientes pueden desplazarse por sí mismos, y/o acompañados por personal sanitario, estando contemplada la adaptación para personas con movilidad reducida».
Intervención enfermera
Vergara Montero explica las funciones que ambas enfermeras asumen y que son cruciales para el buen funcionamiento del hospital: «Nos encargamos de gestionar la agenda de pacientes, valorando la clínica que presentaron al tener la reacción alérgica. Así como de la realización de las PEC, donde valoramos síntomas y atendemos reacciones alérgicas o anafilaxias. Es muy importante crear un ambiente de tranquilidad y seguridad para el paciente, ya que muchos acuden muy nerviosos por la posibilidad de sufrir una anafilaxia, y nuestra labor es que esté lo más tranquilo posible durante la prueba. Hay que tener en cuenta que las PEC son estudios ciegos simples, donde el paciente desconoce el fármaco que está tomando. En ocasiones, el color y forma de la pastilla o jarabe les hace sospechar de qué fármaco se trata, así que intentamos enmascarar la dosis». Además, esta profesional destaca el gran número de procedimientos diagnósticos que llevan a cabo: «La realización de los procedimientos con el fármaco implicado y no con alternativos le permite al paciente la posibilidad de recibir el tratamiento de primera elección ante procesos graves, como puede ser una neumonía provocada por COVID. Su evolución y pronóstico no serían los mismos si el antibiótico usado fuese un alternativo». Asimismo, remarca que «muchos de estos estudios, principalmente los de citostáticos y contrastes yodados, se realizan en acto único y el paciente sale del hospital de día con el informe en mano». Por otra parte, hace alusión a las alergias a alimentos referidas al huevo a la leche, ya que para efectuar la desensibilización emplean «una inmunoterapia oral que consiste en administrar leche o huevo a pacientes alérgicos que reúnen una serie de requisitos. Semanalmente acuden a un aumento de dosis, hasta alcanzar la dosis total. De esa manera el paciente puede y debe tomar leche o huevo regularmente sin presentar síntomas, lo que aumenta considerablemente su calidad de vida y la de sus familias».
Importancia de la observación y conocimiento
El Hospital de Día de Alergología del Macarena es el mayor Hospital de Día de Andalucía y uno de los más avanzados en España, tanto por personal como por instalaciones. Es por ello, dice Aparicio Romo, «es fundamental que el personal de enfermería se desenvuelva en el manejo de anafilaxias y situaciones de urgencia que se puedan presentar. Así como saber discriminar los síntomas entre una reacción alérgica y un efecto secundario del fármaco administrado». Por su parte, Vergara Montero argumenta que «cuando hay una anafilaxia tenemos que trabajar en equipo, actuar rápido y de manera ordenada hasta conseguir estabilizar al paciente. Tenemos la medicación de emergencia cargada previamente, para que en caso de tener que administrarla se haga lo más rápido posible. En caso de no estabilizarse, algo poco frecuente, se procede a su traslado e ingreso hospitalario». De hecho, recuerdan el caso de una paciente que sufrió shock anafiláctico en quirófano justo antes de empezar la intervención quirúrgica. Esta enfermera recuerda que «había multitud de fármacos implicados, tanto en la anestesia como en la profilaxis antibiótica. Se comenzó realizando pruebas epicutáneas (parches) seguidos de test cutáneos de los fármacos implicados, cuyos resultados eran todos positivos. Era algo muy extraño, no era normal que todo fuera positivo. El antiséptico utilizado para cada una de las pruebas era la clorhexidina y eso provocaba que cada test cutáneo que le hiciéramos saliera positivo, ya que la paciente a lo que era alérgica -y no sabíamos- era a esa sustancia. A raíz de este caso, cuando realizamos un estudio en el que esté implicado la clorhexidina, usamos otro antiséptico para la desinfección de la zona.