RAQUEL GONZÁLEZ ARIAS.- Es la eterna pregunta que se hacen los padres en la preadolescencia de sus hijos. ¿Están estos preparados para tener un móvil? Muchos creen que no, pero la presión y el miedo a que sus hijos sean excluidos del grupo de amigos por ser los únicos que carezcan del dispositivo les hace acabar claudicando. Y eso suele suceder en torno a los 12 años. Sin embargo, los expertos advierten, a esa edad el cerebro de nuestros hijos no está preparado.
Así lo han explicado durante el tercer congreso organizado por Enfermerinnova, “Educación en los adolescentes a través de las nuevas tecnologías”. Un encuentro que ha contado con el apoyo del Consejo General de Enfermería y HM Hospitales.
Se trata de una jornada multidisciplinar en la que han participado enfermeras, psicólogos, abogados e incluso informáticos, entre otras disciplinas. Y todo para analizar el impacto que el uso de la tecnología y las redes sociales tiene a edades tempranas. Y es que, como ha advertido Ana María Hernández, fundadora y presidenta de Enfermerinnova, “nos estamos encontrando que niños y adolescentes utilizan las redes sociales sin ningún control y eso está haciendo que cada vez sean más frecuentes los problemas de adicción, consumismo y falta de privacidad, afectando a su salud mental”.
Primer móvil
Para evitarlo, los expertos lo tienen claro y, en primer lugar, es importante determinar la edad a la que se da el primer móvil y esta está lejos de ese “consenso no consensuado” de los 12 años. “Antes de los 16 nuestros hijos no están preparados para tener un móvil, su zona prefrontal, de hecho, no está bien desarrollada hasta los 18 años y ese el motivo por el que no saben gestionar bien su uso”, ha explicado Margarita Santos Gómez, vocal de Enfermerinnova.
Además de controlar la edad, hay que limitar el tiempo que nuestros hijos pasan en redes sociales y, según esta enfermera, “no debería superar una hora diaria y sólo en el fin de semana”.
En tercer lugar, añade, “debemos saber qué es lo que están viendo” y es que, advierte, “el 90% de los niños menores de 10 años ve pornografía”. Son datos de Estados Unidos, pero que no deben obviarse porque posiblemente si se analiza el consumo entre niños y jóvenes de nuestro país los datos tampoco sean tranquilizadores.
Cerebros que no leen
De otro lado, advierte Margarita Santos, “sabemos que los niños están dejando de leer debido a las redes sociales y que el cerebro de un niño que lee es diferente al de un niño que dedica ese tiempo a las redes. Eso se traduce en problemas a nivel neurológico de falta de concentración y atención que ya se están detectado en los colegios”.
Adicción
A todo esto se suma el que se tienda a minimizar todo lo que sucede a edades tempranas con la excusa de la adolescencia. Eso lleva a que “la mayor parte de los trastornos mentales infantojuveniles ni se diagnostiquen ni se traten porque no llegan nunca al especialista”. Así lo ha afirmado Natalia Moreno Pérez, psicóloga responsable de la Unidad de Atención Psicológica de HM Hospitales.
Para esta experta, “en primer lugar, debemos saber cuáles son los cambios biológicos, sociales, personales, familiares, de contexto … que se producen en el adolescente” ya que sólo conociéndolos se puede intervenir de una forma eficaz y eficiente. Y, por supuesto, “estar atento a cualquier señal de alerta o sintomatología que nos llame la atención por frecuente o intensa y acudir a un especialista”.
Según Natalia Moreno, es importante distinguir entre lo que es un uso de la redes sociales y un abuso porque con el abuso puede llegar la adicción y con ella problemas de ansiedad, depresión, baja autoestima… “Actualmente, estamos ya en un 23% de trastorno de adicción a las redes sociales”, ha advertido.
Uso responsable
El presidente del Consejo General de Enfermería, Florentino Pérez Raya, encargado de inaugurar este encuentro, ha mostrado su preocupación por el problema: “sabemos que el acceso a redes sociales se produce a edades cada vez más tempranas y eso trae consecuencias muy negativas. Por ello, desde el Consejo apoyamos iniciativas como este congreso, cuyo objetivo es analizar la situación y buscar herramientas que nos ayuden a solucionarlo. Las redes sociales no van a desaparecer, pero es importante que se utilicen adecuadamente y para ello los padres deben controlar ese uso y saber cómo inculcar en sus hijos un uso responsable. En todo esto, enfermeras y enfermeros también debemos estar alerta ya que como profesionales más cercanos al paciente podemos detectar signos de alerta ante los que se deba intervenir”.
El acto de inauguración ha contado también con la presencia de la directora de enfermería de del Grupo HM Hospitales, Marilia Segarra, así como del presidente del Grupo, Juan Abarca, quien puso en valor el trabajo y potencial de las enfermeras en todos los ámbitos: “es preciso que las enfermeras formen parte de equipos multidisciplinares en los que trabajen codo con codo con los médicos y sean parte de la toma de decisiones”.