ÁNGEL M. GREGORIS.- La asistencia sanitaria centrada en el paciente es la clave para una atención humana a la persona. Para lograrlo, es necesario que todos los profesionales sanitarios que trabajen al cuidado del paciente tengan valores profesionales humanos y mentalidad de trabajo en equipo, pero, actualmente, la educación de los diferentes profesionales de la salud está segmentada e ignora el beneficio social del trabajo interprofesional. Formar enfermeros, médicos y farmacéuticos reconociendo y respetando sus respectivos roles es el objetivo, entre otros, del proyecto de educación interprofesional de la Universidad de Navarra.
Entre los tres grados se buscará que los alumnos conozcan cuatro competencias claves: la comunicación interprofesional, el trabajo en equipo, el respeto de roles y resolución de conflictos. Para esto, se han desarrollado tres asignaturas optativas, que se imparten en cursos consecutivos, en los que los alumnos de diferentes facultades de manera conjunta, compartiendo aula, profesores y contextos profesionales, trabajan y aprenden a funcionar colaborativamente siempre pensando en el paciente.
“En la primera asignatura, a través de la metodología del aprendizaje basado en problemas se pretende que los alumnos trabajen y reflexionen en grupo, identifiquen estas competencias claves y reconozcan la importancia del trabajo interprofesional”, cuenta Guadalupe Beitia, responsable de la iniciativa de la facultad de Farmacia.
Virginia la Rosa, de la facultad de Enfermería, explica que en la segunda asignatura se forma a los estudiantes para poder desarrollar un aprendizaje interdisciplinar a través de la simulación clínica. “La simulación proporciona a los alumnos un ambiente seguro y controlado para poder aprender desde su propia experiencia”, subraya La Rosa. Por último, el tercer año se busca que los alumnos de todas las facultades muestren cómo resuelven problemas reales de manera interprofesional. “En esta tercera asignatura acudirán en grupo a atender a un paciente ingresado de manera crónica en la clínica y trabajarán en equipo para resolver los problemas reales y enfrentarse así a las situaciones de la práctica real de manera interprofesional”, destaca Leire Arbea, de la facultad de Medicina.
En este sentido, la enfermera puntualiza que la educación interprofesional es importante tanto para la persona y familia cuidada, porque aumenta su bienestar, disminuye las estancias hospitalarias, disminuye complicaciones y aumenta la continuidad en los cuidados prestados, así como para el profesional, que aumenta su satisfacción personal, y la organización, que mejora la eficiencia de los servicios y reduce el gasto sanitario.