REDACCIÓN.- Aunque los contagios de COVID-19 siguen reduciéndose y ya se intuye el final de la tercera ola, “la población debe ser consciente de que la relajación de las medidas de contención del virus pueden adelantar la transmisión de las nuevas cepas”, según el presidente del Consejo de Enfermería de la Comunidad Valenciana (Cecova), Juan José Tirado, quién advierte de que el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC) acaba de alertar del aumento de la ‘fatiga pandémica’ entre la población y de los estragos que puede provocar en el control de la pandemia provocando así la cuarta ola del SARS-CoV-2.

“Tras los periodos de mayor restricción de movilidad, junto al último cierre de la hostelería y de otros servicios como gimnasios o salas de cine, se han detectado altos niveles de fatiga pandémica, que se traducen en desmotivación para seguir las medidas de protección recomendadas. Este agotamiento vinculado a las restricciones debe abordarse por parte de Sanidad adecuadamente y con carácter urgente para que la población mantenga el cumplimiento de las normas y no las abandone”, aclara el presidente del Cecova.

La Consejería de Sanidad debe seguir lanzando mensajes concretos a la población “para que asuma en qué punto se encuentra la pandemia, la efectividad de las medidas restrictivas y los efectos de las vacunas contra el COVID-19”, aconseja Tirado, mientras recuerda que hay una “presencia importante de nuevas cepas de las que se desconoce su virulencia real y que todavía se está lejos de la inmunidad de rebaño”.

El Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades incide, en su último documento de recomendaciones para evitar los contagios, que es imprescindible transmitir a la población la importancia de mantener el cumplimiento de las medidas restrictivas para controlar la propagación de las nuevas variantes: «Se deben emplear los principios estándar de la comunicación de riesgos, incluyendo transparencia respecto a la incertidumbre, así como accesibilidad y claridad de los mensajes».

El ECDC considera que el mayor riesgo viene de la mano de las nuevas variantes del COVID-19 y que estas reduzcan la eficacia de la vacuna y el bajo nivel de inmunización. El organismo europeo ha detectado la fatiga pandémica en las protestas y disturbios civiles observados a finales de enero en varias ciudades (por diversos motivos) que indican el hartazgo de una parte de la sociedad que se muestra reacia a cumplir las medidas de protección.

El presidente del Cecova aclara que la incidencia acumulada (IA) en los últimos días es favorable y ya se sitúa por debajo de los 200 casos por 100.000 habitantes. “Sin embargo puede volver a aumentar y a saturar los hospitales con terribles consecuencias para la sociedad, porque las enfermeras y el resto de los profesionales sanitarios llevan un año de cansancio acumulado”, destaca.

La reducción de la incidencia acumulada ha supuesto un alivio en las funestas cifras de la pandemia y ha permitido a la Generalitat Valenciana abandonar el nivel cuatro. No obstante, Tirado detalla: “Aunque ha bajado la incidencia acumulada por debajo de 250, en mayores de 65 años se mantiene por encima de los 150 en la Comunidad Valenciana. Una cifra que influye en el número de fallecimientos”.

El presidente del Cecova se congratula de que a lo largo de la semana pasada hayan mejorado los registros de presión asistencial. En lo que se refiere a las camas de agudos ocupación en los hospitales valencianos se sitúa entre el 10% y el 15% de las camas. En cuanto al número de fallecidos también ha bajado esta semana con respecto a la anterior.

Asimismo, desde el Cecova se solicita que las restricciones de movilidad y la apertura de la hostelería y del resto de comercios se hagan teniendo en cuenta que existe la gran amenaza de una cuarta ola vinculada a las cepas británica, sudafricana, brasileña y californiana del coronavirus, según confirman los expertos epidemiólogos.