REDACCIÓN.- El Consejo de Enfermería de la Comunidad Valenciana (CECOVA), conjuntamente con los colegios de Enfermería de Alicante, Castellón y Valencia, ha expresado su extrañeza por el contenido y los términos en los que se expresa el comunicado difundido esta semana por el Consejo Autonómico de Colegios de Médicos Valencianos.
“En el contenido -explican- se refleja un sorprendente recelo a que podamos actuar en ámbitos para los cuales tenemos plenas competencias legales, como son el de la indicación, uso y autorización de dispensación de medicamentos y productos sanitarios de uso humano y el de la gestión de la transformación de la Atención Primaria y Comunitaria del Sistema Valenciano de Salud a través de una comisionada enfermera”.
“Deben saber los responsables del citado comunicado -continúan- que la citada indicación, uso y autorización de dispensación de medicamentos está regulada legalmente y en esa regulación no entra la invasión de ninguna competencia de otras profesiones, por lo que no se entiende que se solicite el cumplimiento de ese aspecto”.
“También deben recordar que, como profesión sanitaria, tenemos plena capacidad técnica y científica y más que sobrada formación gestora como para llevar a cabo la labor que se le ha encomendado a nuestra compañera María José Lloria, consistente en la necesaria actualización y transformación de la Atención Primaria y Comunitaria del Sistema Valenciano de Salud”, añaden.
Desde el CECOVA no entienden lo que califican de “nerviosismo” por parte de los firmantes del comunicado e insisten en el término “firmantes” pues aseguran estar convencidos de que este no es el sentir general de los médicos. Por ello, “les pedimos que se ahorren el esfuerzo de estar vigilantes para que se cumpla la legalidad en cuanto a nuestra competencia. Se trata simplemente de cumplirla, cosa que estamos dispuestos a hacer”.
En su opinión, “deben asumir que la relación entre las profesiones médica y enfermera ha evolucionado y cambiado con respecto al pasado y que no deben temer que asumamos funciones y tareas para las que estamos plenamente capacitados. Es algo que en nada les perjudica como profesión y que, por el contrario, ayuda tanto a la sociedad a la que atendemos como al avance y desarrollo de una disciplina como la de Enfermería, con la que, como bien dicen en el comunicado, se debe ‘trabajar al unísono en la labor asistencial, sin interferir en las funciones inherentes a cada colectivo”.
Por ello, concluyen en la confianza de que tomen nota de sus propias palabras y las acepte, “pues en el comunicado resulta contradictorio que pidan una cosa pero deseen otra, más propia de tiempos ya superados”.
El problema es que con esta norma que permite a las enfermeras prescribir medicamentos, los médicos han perdido el mayor poder que tenían junto al diagnóstico, cosa que también realiza la profesión enfermera en el ámbito de su competencia. Y esto es un grano en el culo de los médicos. No es fácil que lo asimilen tan pronto, ya que consideran a la enfermera como una asistente y no como una facultativa autónoma en su trabajo. Y esto duele.