DAVID RUIPÉREZ.- El Ministerio de Sanidad ha anuncido la incorporación de 50.000 profesionales sanitarios a los equipos asistenciales de las diferentes comunidades autónomas, de los cuales 7.633 médicos son residentes R4 y R5 (deúltimo año de formación) de todas las especialidades, los cuales verán prorrogado su contrato para continuar desarrollando su labor en los servicios de salud. Unos datos que, en el caso de las enfermeras, han sido matizados por el Consejo General de Enfermería: todas esas enfermeras no se van a incorporar, porque la mayoría ya están en activo.
A ellos se suman casi 11.000 profesionales médicos y de Enfermería que realizaron pruebas selectivas especializadas y que, habiendo superado la puntuación, no recibieron la adjudicación de una plaza. Además, 14.000 médicos y enfermeros jubilados en los dos últimos años podrán incorporarse en función de las necesidades asistenciales. Están también disponibles para prestar tareas de apoyo sanitario 10.200 estudiantes de Enfermería y 7.000 estudiantes de Medicina de último curso.
Sin embargo, ante estas cifras, el Consejo General de Enfermería ha matizado el dato de enfermeras que se pueden sumar a la incansable lucha contra el COVID-19. Resulta evidente que todos los profesionales sanitarios disponibles deben incorporarse de una u otra forma a la crisis sanitaria más importante de la historia reciente. La Organización Colegial de Enfermería en su conjunto está reclutando para ponerlas al servicio de los sistemas regionales de salud y el Ministerio a tantas enfermeras como sea posible. La enfermería sigue a la vanguardia de este reto sanitario y social pese a que ya hemos sufrido un fallecimiento y muchos contagios entre las enfermeras por, entre otros motivos, carecer de los equipos de protección necesarios para hacer frente a un agente infeccioso extremadamente contagioso. El ministro Salvador Illa ha anunciado en rueda de prensa que se sumarán a la lucha contra la pandemia casi 11.000 profesionales médicos y de Enfermería que realizaron pruebas selectivas especializadas y que, habiendo superado la puntuación, no recibieron la adjudicación de una plaza.
Sin embargo, cuando Sanidad habla de todas esas enfermeras que pasarán a engrosar el ejército sanitario contra el virus, la realidad no es la que podría pensar el receptor del mensaje. A diferencia de los médicos que carecen de especialidad por no sacar una plaza en el examen MIR, los enfermeros que no consiguen su plaza de Enfermero Interno Residente (EIR) -que son la mayoría debido al exiguo número de plazas- siguen trabajando en el sistema sanitario -público y/o privado-, como enfermeros generalistas. Es decir, que esa fuerza extra compuesta por miles de profesionales que anuncia el ministro ya se encuentra actualmente luchando contra los efectos del coronavirus. En opinión del Consejo General de Enfermería, hace falta contratar hasta la última enfermera disponible e intentar, si sus circunstancias lo permiten, se desplacen desde las zonas menos afectadas por la enfermedad COVID-19 hacia las comunidades con más casos. Incluso debería plantearse la homologación rápida de muchos profesionales extranjeros bien formados, que podrían actuar en esta crisis.
Estudiantes
Lo que sí ha confirmado Illa es el llamamiento a un total de 10.200 estudiantes de Enfermería que estarían disponibles para prestar actuaciones de apoyo sanitario. Sobre este particular, el presidente de Consejo General de Enfermería, Florentino Pérez Raya recalca que “esta medida sólo debe llevarse a cabo como último recurso, es decir, en caso de situación extrema y siempre con carácter voluntario para los estudiantes y garantizando en todo momento su propia seguridad y la de los pacientes y usuarios. Otra opción que se solicita al Ministerio de Sanidad y de Universidades es que valoren la posibilidad de habilitar a los estudiantes de enfermería de 4º Curso como enfermeras graduadas, a todos los que tengan todas las asignaturas aprobadas y el 80% de las prácticas realizadas y que sus contratos se realicen como enfermeras/os graduadas y no contratos precarios, sin tener claramente definidas sus competencias.
Además, llegado este caso, sólo aceptaremos que los estudiantes ocupen puestos en los que no tengan que mantener contacto con pacientes con COVID-19, dando apoyo a profesionales enfermeros en unidades donde se preste asistencia a pacientes que no impliquen este tipo de riesgo para la salud o en otro tipo de actividades no asistenciales. Ya hemos registrado el primer fallecimiento de una compañera y no podemos exponer de forma gratuita a las jóvenes enfermeras del futuro”.
2 Comentarios
Romina
FUERZAAA ESTIMADOS COLEGAS DESDE SAN LUIS ARGENTINA
Fabiola
Fuerza a vosotros también porque Covid-19 está dispuesto a llegar a todas partes