GEMA ROMERO.- Para potenciar las denuncias contra la agresiones y lograr un conocimiento real del problema, desde el Consejo General de Enfermería se ha puesto en marcha una campaña para fomentar la comunicación oficial de hechos de este tipo. Esta campaña se compone de un decálogo de actuación para prevenir y actuar en caso de agresión así como un vídeo que pretende ser una llamada a la acción para que toda enfermera que sufra una agresión física o verbal lo denuncie directamente a la Policía o a través de su Colegio y lo notifique al Observatorio Nacional de Agresiones. En él se incluye el testimonio de Teresa Mateos, enfermera que fue agredida en dos ocasiones cuando trabajaba en urgencias. Entre las secuelas, presenta una lesión cervical que a pesar del tiempo le sigue dando problemas. Además, desde entonces, tiene “cierto temor a sufrir una nueva agresión”. En su caso, dio parte a salud laboral, en su centro de trabajo, pero reconoce que las cosas eran diferentes y entonces no lo denunció a la policía.
Para esta enfermera, uno de los motivos por los que no se denuncia se debe al temor de volver a encontrarse con ese paciente en el centro y tener que atenderle de nuevo. Aún así, tiene claro que es necesario denunciar siempre, también las agresiones verbales, ya que estas, muchas veces, “terminan en agresión física”. Asimismo, añade, “hay agresiones verbales que pueden ser tan dañinas o perjudiciales como las físicas”, sostiene.
Además, fruto de la intensa colaboración que el Consejo General de Enfermería está realizando con el interlocutor policial sanitario de Policía Nacional, el programa Apple Advice, de Canal Enfermero en YouTube, dedica su próximo espacio a las principales claves que el interlocutor policial sanitario de Policía Nacional imparte en las charlas que está llevando a cabo por toda España.
El objetivo final de esta campaña, como subraya Florentino Pérez Raya, presidente del Consejo General de Enfermería “es frenar la lacra de las agresiones al personal sanitario, ya que además de su repercusión en la salud y seguridad de los profesionales afectados, tiene capacidad para incidir de manera negativa en el desempeño de la actividad sanitaria y en la calidad del servicio asistencial que prestan a toda la ciudadanía”.
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