“La interrupción repentina del apoyo de USAID ha creado crisis sanitarias inmediatas en muchas de las comunidades y sistemas de salud más frágiles del mundo. Los programas esenciales se están cerrando o reduciendo de la noche a la mañana, las enfermeras que trabajan para proporcionar atención vital están perdiendo sus empleos, los medicamentos que salvan vidas están dejando de estar disponibles y un enorme número de pacientes están perdiendo el acceso a la atención necesaria”, ha denunciado Pamela Cipriano, presidenta del Consejo Internacional de Enfermeras (CIE).

USAID es la Agencia de EE. UU. para el Desarrollo Internacional es una agencia federal independiente responsable de planificar y administrar la asistencia económica y humanitaria en el mundo. Con la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca ha suspendido su ayuda humanitaria a través de este organismo y ello está tenido una grave repercusión en las regiones más vulnerables del plantea, especialmente en países como Malawi, Nigeria, Camboya, Togo, Etiopía, Kenia, Senegal, Costa de Marfil, Tanzania, Sudán del Sur y Somalilandia, entre otros.

Programas sanitarios enfermeros

En muchos de estos países las enfermeras estaban realizando programas sanitarios en cuestiones tan relevantes como la salud materna, la atención del VIH/SIDA y la prevención de la tuberculosis, la lepra y otras enfermedades infecciosas, gracias al apoyo de los fondos distribuidos por USAID. En muchos países, las enfermeras proporcionan el único acceso a la atención sanitaria en zonas remotas o en comunidades tradicionalmente marginadas.

Y sin embargo, según difunde el CIE, “las enfermeras de estas zonas nos están información de efectos devastadores”, como puede ser “la finalización o la reducción de los servicios e investigaciones sobre el VIH/SIDA y la salud materno infantil, así como el colapso de las iniciativas centradas en la atención preventiva y el tratamiento de enfermedades crónicas y problemas de salud mental”.

De hecho, “varios programas fundamentales que estaban fortaleciendo la formación y el liderazgo de las enfermeras y mejorando la calidad de la atención se han abandonado a mitad de su implementación, dejando al personal sin el apoyo esencial para su desarrollo profesional y dejando a los sistemas de salud con vacíos en la prestación de atención de calidad”.

Restablecer la financiación

El CIE ya advirtió que la decisión de Estados Unidos de retirar la financiación de USAID y retirarse de la OMS afectaría gravemente a la salud mundial a múltiples niveles. Ahora estamos viendo los enormes costes humanos y sociales de estos recortes, que están ampliando aún más las brechas entre los países de altos y bajos ingresos.

Por ello, tal y como declara Pamela Cipriano “el CIE insta a Estados Unidos a restablecer esta financiación esencial y a restaurar su compromiso con las asociaciones mundiales de salud, y hace un llamamiento a la comunidad sanitaria internacional para que adopte medidas decisivas en apoyo de la enfermería y la atención de la salud, incluso en la próxima Asamblea Mundial de la Salud. Sin una inversión inmediata en enfermería y atención sanitaria, especialmente en regiones donde los sistemas de salud ya están bajo presión, corremos el riesgo de deshacer décadas de progreso hacia la equidad sanitaria mundial y de poner en peligro el logro de la cobertura sanitaria universal y nuestros objetivos en salud mundiales”, ha concluido la presidenta del CIE.