El Consejo Internacional de Enfermeras (CIE) celebra la aplicación de un acuerdo de alto el fuego de seis semanas entre Israel y Hamás, con las liberaciones iniciales de rehenes y prisioneros ya en marcha y las entregas de ayuda humanitaria que empiezan a llegar a Gaza. Sin embargo, inciden en la necesidad de una paz sostenida y permanente, pues es de vital importancia la ayuda humanitaria a largo plazo en la región. Así, El CIE insta a consolidar una paz duradera entre Israel y Hamás.
“El acuerdo de alto el fuego de 42 días entre Israel y Hamás es un bienvenido respiro de los horrores de la guerra. Sin embargo, sabemos que las personas que celebran la esperanza traída por la pausa en las hostilidades y el retorno de los rehenes y prisioneros siguen siendo cautelosas sobre el frágil estado de la paz temporal que ha traído este alto el fuego. Expresamos nuestra más profunda esperanza de que este primer paso conduzca a un final permanente de este devastador conflicto que ha creado una crisis humanitaria de proporciones masivas”, ha señalado Pamela Cipriano, presienta del CIE.
Así, mientras se ponen en marcha las siguientes fases del acuerdo de alto el fuego “esperamos ver más camiones de ayuda humanitaria llevando suministros esenciales y vitales para aliviar la hambruna y las condiciones desesperadas que afectan a los habitantes de Gaza”, ha señalado en un comunicado.
También es el momento de “centrarnos en reconstruir estructuras vitales como hospitales y viviendas, así como en reparar las relaciones dañadas por años de tensiones”.
Situación de las enfermeras
“La escala de sufrimiento, muerte y destrucción resultante de este conflicto ha afectado a todas las personas de la región y, como sabemos, tiene una carga aún mayor para las enfermeras y el resto de personal sanitario que trabajan incansablemente para ayudar a los enfermos, heridos y moribundos, a menudo con gran riesgo personal y en condiciones extremadamente difíciles”, ha destacado Cipriano. Por ello, tanto el CIE como las 130 asociaciones de enfermeras que lo conforman, entre ellas el Consejo General de Enfermería, también han querido enviar un mensaje de solidaridad y apoyo a todas las enfermeras y pacientes atrapados por el conflicto.
“Las enfermeras no son inmunes al estrés y a la tensión de la lucha política, no importa dónde vivan o en qué crean. Las cicatrices y el trauma que han sufrido nuestros colegas de la región permanecerán durante años, y ellos y sus comunidades necesitarán ayuda continua para empezar a curarse. Nosotros y nuestras organizaciones miembros en la región nos proponemos trabajar solidariamente para hacer frente a los numerosos retos que nos aguardan, como parte de nuestra misión de ser tanto artífices de la salud como de la paz. Nuestra profesión siempre ha defendido la paz y la curación, valores que se necesitan ahora más que nunca”, ha incidido la presidenta del CIE.