GEMA ROMERO.- Pese a que al menos 140 países reconocer la salud como un derecho humano, en 2021, más de 4.500 millones de personas no tenían acceso a servicios esenciales de salud. Una situación que desde entonces se ha agravado por los efectos de la pandemia. Para el Consejo Internacional de Enfermeras (CIE) ello se debe a que los Estados” no han invertido lo suficiente para lograr los cambios que tan desesperadamente se necesitan para hacer realidad la cobertura sanitaria universal”, entre ellos la necesaria inversión en enfermeras. Así, el CIE reclama más inversión en enfermeras para garantizar la cobertura sanitaria universal.

Pamela Cipriano, presidenta del CIE, realizaba estas declaraciones con motivo del Día Mundial de la Salud celebrado en el día de ayer bajo el lema “Mi salud, mi derecho”. Para Cipriano, “las enfermeras son la clave de muchos de los problemas sanitarios que afectan a comunidades de todo el mundo. Mantienen a las personas sanas, las ayudan a recuperarse de las enfermedades y a llevar una vida plena e independiente, pero el compromiso y la profesionalidad de las enfermeras se están viendo socavados por la falta de inversión y la actual escasez de profesionales”.

De hecho, según estimaciones del CIE, el déficit de enfermeras a nivel mundial rondaría los 13 millones de estas profesionales. “Está claro que sin un personal de enfermería fuerte y bien financiado el acceso a servicios sanitarios de calidad es limitado”. Así para la presidenta del CIE, “sin una inversión sustancial de los gobiernos, la ambición de la cobertura sanitaria universal nunca se alcanzará, pero con la voluntad política adecuada es posible, y el llamamiento del Día Mundial de la Salud de este año -el derecho de todos a tener acceso a servicios sanitarios de calidad- puede hacerse realidad”.

Para Cipriano, “como demostró nuestro proyecto asociado con BBC StoryWorks, Caring with Courage, las enfermeras desempeñan un papel clave y fundamental en todo el mundo como proveedoras y canalizadoras de la atención sanitaria. Sin enfermeras, la salud como derecho humano no es más que una quimera“, concluía.