GEMA ROMERO.- Aprovechando la celebración del Congreso del Consejo Internacional de Enfermeras (CIE) que tiene lugar en Montreal (Canadá), la enfermería española ha propiciado una importante reunión entre el CIE y el G8 de la enfermería, el grupo de países más avanzados del mundo en materia de competencias y regulación enfermera -oficialmente denominado International Nurse Regulators Colaborative (INRC)-. El objetivo ha sido avanzar en el concepto de qué es una enfermera registrada, el número real de enfermeras a nivel global y sus perfiles y competencias de cara a mejorar la recopilación y comparación de datos de estas profesionales entre los países. Así, el CIE y el G8 de la enfermería colaboran en la definición de la profesión

A nivel internacional no hay una definición estándar ni homogénea de qué se está hablando y analizando cuando se habla del número de enfermeras que existe en cada país. Hay diferencias en cuanto al tipo de estudios exigibles para ejercer la profesión, e incluso se suman los datos de enfermeras y personal auxiliar o técnico al hablar de “personal de enfermería”. 

Como explicaba Florentino Pérez Raya, presidente del Consejo General de Enfermería, “cuando se habla de las enfermeras en el mundo, en ocasiones no está claro que hagamos referencia a un mismo tipo de profesional ni al mismo tipo de competencias, por ello es de vital importancia que, desde el Consejo Internacional de Enfermeras, se fije una denominación oficial para saber a qué nos estamos refiriendo y que datos deben consignarse. Algo especialmente relevante ahora que la Organización Mundial de la Salud acaba de anunciar que va a elaborar su segundo informe sobre la Situación de la Enfermería en el Mundo”. 

Por ello, desde el Consejo General de Enfermería, integrante tanto del G8, como miembro de la junta directiva del CIE, se ha propiciado esta importante reunión entre ambos organismos para avanzar en este concepto. 

Para Howard Catton, director general del CIE, “resulta fundamental que, cuando se comuniquen los datos de las enfermeras registradas en cada país, contabilicemos efectivamente las enfermeras registradas separándolas de otras figuras de apoyo para no inflar artificialmente el número de enfermeras. El CIE y todas sus asociaciones miembros han de darle la prioridad a este tema”, subrayaba Catton. 

Y es que, como recordaba José Luis Cobos, vicepresidente III del CGE y miembro de la ejecutiva del CIE, “las Asociaciones Nacionales de Enfermería y los órganos reguladores de la profesión en cada país -pueden ser diferentes-, juegan un papel activo en la recopilación y el análisis de datos precisos sobre la fuerza laboral con el fin de reflejar la situación real sobre el terreno. Ellas son las que deben facilitar los datos para la elaboración del informe de la OMS, pero si la terminología no es común, es imposible ofrecer una visión fidedigna de la realidad de la profesión, de cuántas enfermeras hay en el mundo y cuántas más son necesarias para garantizar la correcta atención de la población”. 

Seguridad del paciente 

En la reunión, a la que también asistió Pamela Cipriano, presidenta del CIE, también se acordó trabajar para mejorar la práctica clínica de la enfermería, con el establecimiento de una serie de competencias profesionales mínimas que toda enfermera debería desarrollar de cara a garantizar la seguridad y la salud de los pacientes.  

El G8 de la enfermería está formado por las asociaciones de enfermería de Estados Unidos, Irlanda, Reino Unido, Singapur, Australia, España y Nueva Zelanda, además de dos regiones de Canadá: Columbia y Quebec.