REDACCIÓN.- Cada año, alrededor de 5 millones de europeos contraen una infección en un recinto de atención sanitaria. De todos ellos, cerca de 50.000 fallecen. Para intentar disminuir estas preocupantes cifras, cada vez son más los centros de salud y los hospitales que incorporan el cobre antimicrobiano en sus instalaciones.
Y es que está demostrado que su instalación revierte rápidamente la inversión realizada al disminuir las reclamaciones por daños y, fundamentalmente, lograr una importante reducción de las estancias de pacientes en Unidades de Cuidados Intensivos fundamentalmente, uno de los elementos de mayor costo para los hospitales.
El cobre antimicrobiano (Antimicrobial Copper) es el único material aprobado por la EPA (la Agencia de Protección Ambiental de EE.UU.) que inactiva continuamente los microorganismos que se depositan sobre su superficie. Se ha demostrado que es eficaz contra virus, hongos y el 99,9% de las bacterias en las dos primeras horas de exposición. Los ensayos realizados sobre las denominadas “superbacterias” (MRSA) han evidenciado su eliminación en menos de 10 minutos. Esta eficacia en los ensayos y pruebas de campo ha supuesto una eficacia muy superior a las obtenidas en otras superficies con terminaciones en acero inoxidable, plásticos e incluso plata.
Además de actuar como protector frente a las infecciones, el cobre antimicrobiano reúne importantes cualidades que lo convierten en un material muy versátil porque no se desgasta y es seguro de usar. Su acción antimicrobiana mantiene su eficacia incluso después de una continua exposición a los productos de limpieza y ante los factores ambientales.
Cómo actúa
El trabajo de laboratorio realizado por Bill Keevil y su equipo en la Universidad de Southampton (R.U.) estableció una comparativa de pervivencia de “superbacterias” (MRSA) entre superficies de acero inoxidable y cobre antimicrobiano. El resultado fue claro. El cobre antimicrobiano eliminó, en sólo unos minutos, las cepas de MRSA mientras las mismas cepas persistían sin daño alguno en el acero inoxidable. Este estudio resultó ser el modelo aclaratorio final a favor del uso de este material, especialmente en aquellas zonas sensibles o propensas a contagiar y ser contagiadas.
Por esta razón, la eficacia del cobre antimicrobiano es ya una realidad probada científicamente. Las bacterias, las levaduras y los virus mueren rápidamente en las superficies metálicas de cobre, y el término “muerte por contacto” se ha acuñado para este proceso. Se reconoce que existen cambios bioquímicos entre la superficie de cobre y los microorganismos que inducen a la muerte de éstos.
Miguel Ángel Sánchez, director general de Alcora Salud Ambiental, afirma que “la acción biocida del cobre se encuentra ampliamente reconocida en numerosos estudios científicos donde se demuestra cómo este material actúa de forma continua, eficaz y rápida contra bacterias, virus y cualquier otro tipo de microorganismos”. Así, y ante el enorme riesgo para la salud mundial que supone el creciente volumen de enfermedades contraídas en hospitales en todo el mundo, Sánchez alerta de la importancia de que “rememos todos en la misma dirección, que se refuercen las medidas de colaboración y coordinación entre los distintos profesionales y que armemos así un programa sólido para combatir un problema ya de primer orden a día de hoy, pero cuyo riesgo puede incrementarse progresivamente si no ponemos las medidas oportunas”.
Aplicaciones del cobre antimicrobiano
El cobre ha demostrado que es un metal que contiene, en sí mismo, propiedades antimicrobianas muy eficaces. Su utilización en elementos que se reconocen como vectores que facilitan las contaminaciones cruzadas en lugares con pacientes sensibles, ha sido puesta en práctica, con éxito, en numerosos hospitales y centros sanitarios alrededor del mundo.
El mencionado estudio, realizado en tres hospitales de EE.UU., y las conclusiones finales establecidas, donde se refleja una reducción del 58% de las infecciones nosocomiales, ha supuesto un antes y un después en la implementación del cobre antimicrobiano en el sector de la Salud.
El registro del cobre y diversas aleaciones de este en la Agencia de Protección del Medio Ambiente (US EPA), y su reconocimiento sobre sus propiedades antimicrobianas, con reducciones de hasta el 99,9% de la biota existente en las superficies probadas, ha constituido un factor decisivo en su posterior desarrollo e implementación.