REDACCIÓN.- Coincidiendo con el Día Internacional de la Enfermera (12 de mayo), el Colegio Oficial de Enfermeras y Enfermeros de Tarragona (CODITA) reivindica la enorme labor realizada por las enfermeras durante la crisis sanitaria del COVID-19 al tiempo que reclama un reconocimiento y liderazgo para estas profesionales que no se está produciendo.
En este contexto, CODITA recuerda que, a pesar de los recortes vividos desde hace 10 años, la sobrecarga asistencial y la precariedad laboral, las enfermeras han sido, están y estarán en primera línea trabajando para garantizar la calidad asistencial y la seguridad del paciente. «Con la crisis del COVID-19 todavía se ha puesto más de manifiesto la poca visibilidad que tenemos. Las enfermeras no hemos estado en las mesas de decisión de la gestión de la pandemia, ni en los hospitales ni en la atención primaria» destaca Lluïsa Brull, presidenta de CODITA. «Estamos convencidas de que, si se hubiera contado con nosotros, la gestión de la crisis sanitaria que hemos vivido se habría hecho mejor».
En el año de la campaña Nursing Now promovida por la OMS para potenciar el liderazgo de las enfermeras, las cifras son contundentes: sólo un 3% de las enfermeras de Tarragona y Terres de l’Ebre ocupan puestos directivos y de gestión. A la falta de liderazgo, hay que añadir, la falta de enfermeras. En Cataluña faltan 23.000 enfermeras; de hecho, las ratios en España son de 6,09 enfermeras por cada 1.000 habitantes, mientras que la media europea es de 8 enfermeras por cada 1.000 habitantes. Desde CODITA explican que «esto ocurre a pesar de tener evidencia científica de que en mejores ratios enfermera-paciente, disminuye la morbimortalidad de los pacientes ingresados y mejora el estado de salud de la población».
Esta falta de enfermeras también ha tenido una incidencia directa en la gestión del COVID19, como describe Lluïsa Brull, presidenta del Colegio Enfermeras de Tarragona «se ha tenido que recurrir a estudiantes de último año y a enfermeras ya jubiladas que mayoritariamente no estaban preparadas para estar en primera línea. Entendemos que esto ha sido un error «.
En el ámbito del primer nivel asistencial, la poca visibilidad de las enfermeras es aún más notoria a pesar de ser claves en el seguimiento de los pacientes crónicos, frágiles y en situación de dependencia. Tampoco cuentan con liderazgo, se calcula que sólo un 10% de los Equipos de Atención Primaria en Cataluña están dirigidos por enfermeras. En este contexto, es sabido que la atención primaria tendrá un papel importante en la desescalada de la crisis sanitaria porque habrá que atender a los pacientes post COVID19, y cuidar de sus secuelas tanto físicas como psicológicas y sociales; «para hacer esta atención con calidad hay que incrementar nuestra capacidad de gestión y ser más en el primer nivel asistencial» concluye Lluïsa Brull, presidenta de CODITA.