REDACCIÓN.- El Colegio de Enfermería de Alicante se suma un año más a la celebración del 16 de octubre, Día Mundial de la Parada Cardiaca, que este año tiene como lema “Todos los ciudadanos del mundo pueden salvar una vida”. Una jornada con la que se quiere poner en valor la importancia de la prevención que llevan a cabo las enfermeras y enfermeros a la hora de promover hábitos y estilos de vida saludables para reducir los factores de riesgo frente a una parada cardiorrespiratoria.
Asimismo, se quiere destacar también la importancia de prestar una pronta y adecuada atención a las personas que sufren una parada cardiorrespiratoria, para lo cual resulta vital contar con unos conocimientos como los que desde la Escuela de RCP del Colegio de Enfermería de Alicante, cuyo coordinador es el vicepresidente colegial, Francisco Gómez Vitero, se ofrecen tanto a las enfermeras y enfermeros de la provincia como a la sociedad en general.
Una iniciativa cuya marca ha sido registrada por el Colegio de Enfermería de Alicante y que ha formado ya a alrededor de 4.500 personas en esta materia desde 2016, habiendo recibido también la entidad colegial el reconocimiento por parte de la Escuela Valenciana de Estudios de la Salud (EVES) como centro acreditado para impartir formación en materia de RCP.
El Día Mundial de la Parada Cardiaca es una fecha instaurada en el año 2018 gracias al apoyo del ILCOR (International Liaison Committee on Resuscitation), que agrupa a los Consejos de Resucitación Cardiopulmonar de los 5 continentes.
Según el documento, una estrategia para el sistema nacional de salud ante la parada cardiaca elaborado por el Consejo Español de Resucitación Cardiopulmonar, “las paradas cardiacas representan un problema de primera magnitud para la salud pública, estimándose que en el ámbito extrahospitalario ocasionan en el mundo más de tres millones de muertes anuales. En España, no conocemos su incidencia; pero se estima que anualmente se producen 30.000 fuera de los hospitales y 22.300 en los pacientes ingresados en estos centros, considerándose que pueden ocasionar hasta 46.900 muertes. Un número de muertes superior, en más de 24 veces, al originado por los accidentes de tráfico y equivalente al que se produciría si cada 35 horas fallecieran, por accidente, la tripulación y todos los pasajeros de un Airbus 320-200, en su versión de máxima capacidad”