REDACCIÓN.- El sábado 26 de junio, España dijo adiós a las mascarillas en exteriores después de más de año y medio de obligatoriedad en su uso. Sin embargo el levantamiento de esta medida ha creado cierta sensación de que la pandemia ha terminado, y la flexibilización en el uso de las mascarillas parece que no se ha entendido de la manera adecuada. Por ello, desde el Colegio de Enfermería de Ávila se ha hecho un llamamiento para seguir utilizando las mascarillas como medida de contención en todo momento, y hacerlo de manera correcta para que sea plenamente efectivo su uso.
La indicación por parte de las autoridades es que nos podemos quitar la mascarilla en situaciones en las que estemos al aire libre y se garantice la distancia interpersonal de 1,5m (a menos que estemos con convivientes, con los que no es necesaria la distancia de seguridad). “A mí particularmente se me antoja difícil que en una calle o plaza de cualquier ciudad se pueda mantener la distancia con absolutamente todas la personas que nos rodean. Por tanto, la mascarilla debe seguir usándose en la vida diaria salvo en las situaciones en las que tengamos muy claro que no hay personas a menos de 1.5m de nosotros y estemos completamente al aire libre: véase un paseo por el monte o similar, una terraza o patio particular en la que estás con convivientes y no necesitas mantener distancia…”. Así lo explica Jenifer Marcos Sierra, enfermera de Neumología del Hospital Ntra. Sra. De Sonsoles (Ávila), y vicepresidenta del Colegio de Enfermería de Ávila.
Por otro lado, ha de estar meridianamente claro que debemos seguir llevando mascarillas en espacios cerrados, ya sean públicos o privados, en transportes públicos y en cualquier espacio al aire libre donde no se garantice la distancia interpersonal. Esto implica que en cualquier terraza de cualquier bar, restaurante o cafetería, por mucho que se intenten mantener las distancias, al final siempre hay alguien en un radio inferior al deseado y por tanto, aunque estemos al aire libre debemos ponernos la mascarilla siempre que no estemos bebiendo o comiendo.
“¿Por qué me pongo tan inquisitiva con el tema mascarillas? Porque considero que a estas alturas de la película todos sabemos de sobra la forma en que se propaga el coronavirus y esta no es otra que de persona a persona mediante gotitas respiratorias que se vehiculizan a través de la tos, los estornudos o incluso el habla. Las mascarillas son nuestra mejor herramienta para bloquear esas gotitas actuando como una barrera y a día de hoy, sin tener aún la tan ansiada inmunidad de rebaño, siguen siendo nuestra mejor defensa contra el coronavirus”, destaca Marcos Sierra.
Algunos estudios, entre ellos un informe publicado recientemente en la revista Nature, han revelado que más de un 40% de las personas infectadas por coronavirus nunca desarrollaron los síntomas de COVID-19, haciendo que sea muy difícil detectar quién es un posible transmisor del virus, y sin mascarilla las posibilidades de transmisión se multiplican. Usar la mascarilla, ha sido y es, un acto de responsabilidad civil y social, y nos la debemos poner en pro de proteger al conjunto de la sociedad. Cuantas más personas bloqueen la propagación del virus mediante el uso de mascarillas, menor será la cantidad de virus que circule en la comunidad.
Sobre el uso de mascarilla por parte de personas ya vacunadas, la vicepresidenta del Colegio de Enfermería de Ávila es tajante. “Algunos piensan que por el hecho de estar vacunados ya están exentos de usar mascarilla y no pueden estar más errados. La vacunación no garantiza al 100% que no puedas contagiarte. Es más, puedes contagiarte y contagiar a los demás con el agravante de que quizá, y gracias a esa vacuna, los síntomas sean muy leves o inexistentes, aportándote una falsa sensación de seguridad. Todavía, y tras muchos estudios, aún no sabemos con certeza qué proporción del contagio se debe a personas asintomáticas así que lo más prudente es que sigas usando la mascarilla de acuerdo al sentido común y las indicaciones ofrecidas por las autoridades sanitarias, con independencia de si te has vacunado o no”.
Para saber que estamos utilizando adecuadamente la mascarilla y contribuyendo así a evitar los contagios, debemos recordar una sencilla regla propuesta por Linsey Marr, experta en transmisión aérea de virus y profesora en Virginia Tech (EE.UU.). Se llama la regla “dos de tres”, es decir, siempre se deben cumplir dos de estas tres condiciones: estar al aire libre, llevar mascarilla y/o mantener la distancia.
Las indicaciones parecen claras, ahora sólo hace falta que nuestro sentido común y sentido de la responsabilidad colectiva primen sobre nuestras ganas de vivir al margen del COVID-19.