REDACCIÓN.- El presidente del Colegio de Enfermería de Málaga, José Miguel Carrasco, ha enviado una carta a todos los colegiados malagueños para hacerles llegar su disposición de atender las necesidades de todas las enfermeras y expresar su preocupación ante la falta de un “órgano que coordine todas las acciones en Málaga en lo que al COVID-19 se refiere”. Según expresa en la carta José Miguel “sería necesaria la creación de una figura que coordine a todos los profesionales y aúne el esfuerzo de éstos en un mismo sentido” para poder afrontar esta crisis de la mejor manera posible.
Desde que se dio el Estado de Alarma, no han sido pocos los esfuerzos llevados a cabo por el colegio para conocer las circunstancias de cada uno de los colegiados. El pasado día 6 se creo el Departamento de Crisis para atender a todas las reclamaciones con la intención de trasladarlas a la Delegación de Salud, quien las recibió el pasado 18 de marzo. “Se las hicimos llegar al Delegado de Salud donde alertábamos de la falta de información, de la adecuación de los procedimientos a la práctica concreta y falta de los equipos de protección necesarios, de la doble vertiente – profesional y ciudadano –” lo que genera entre los sanitarios “un estado de sensación de despreocupación y abandono por parte de los responsables”
Y es que, según comenta el presidente del colegio, representante de más de 7.000 enfermeras en Málaga “estamos enviando a nuestros mejores soldados al frente de batalla sin armas con las que defenderse del enemigo, y al regreso exponiendo a sus familiares cercanos, con los que comparten confinamiento en estos días y que, en muchos casos, pertenecen a la población de riesgo”
En esta situación de crisis, en la que hasta ahora no se ha llegado al colapso sanitario en Málaga, es imprescindible tanto la actuación preventiva como el abastecimiento de recursos, pero también lo es facilitar el acceso a la información y facilitar los trámites administrativos a todo el colectivo. “El presunto contagio de un profesional, se puede convertir en un calvario, con protocolos distintos y teléfonos a los que acudir dependiendo de la Gerencia a la que pertenezca, agravado por la ansiedad provocada y la posibilidad de aislamiento domiciliario. Protocolos variables, que en un momento indican la realización de pruebas, en otros según y en otros no son necesarios. Citas de espera para la realización de las pruebas y espera de los resultados. Las bajas laborales, son ejecutadas de forma cambiante, y no son conocidas por todos los responsables de recursos humanos”
En este sentido, José Miguel Carrasco, exige la creación de un “órgano gestor responsable, que de la cara en momentos difíciles y ponga al frente de la situación coordinando todos los estamentos sanitarios”
En la carta, el presidente también hace hincapié en que “no habrá ningún solo voluntario trabajando mientras haya una enfermera en paro”. La precariedad laborar es una de las reclamaciones históricas del colectivo, que en momentos de crisis como la actual se hace evidente.
El colegio creó la semana pasada una bolsa de voluntarios “menores de 70 años y profesionales con tareas no asistenciales en el momento actual” que se pone a disposición de la Delegación, pero no podrán activar “mientras existan enfermeras en las bolsas de trabajo y no se prolonguen la duración de los contratos en la medida de las necesidades”
Es esta carta, el presidente también dedica unas palabras al los profesionales y ciudadanos, a quieres agradece la “labor extraordinaria, cada una haciendo lo que ahora nos toca” y recuerda a los colegiados que “seguimos trabajando para velar por vuestros intereses y denunciar cualquier situación política, económica o directiva que entendamos que no se corresponda con la profesionalidad y dedicación con la que nosotros atendemos a la ciudadanía”