REDACCIÓN.- El Colegio de Enfermería de Orense ha remitido una carta al gerente del área sanitaria de Orense, Verín y O Barco de Valdeorras, Félix Rubial y a la directora de Enfermería del mismo área, Beatriz Cabanelas, en la que se exponen las quejas de los profesionales del servicio de Urgencias del Hospital Universitario de Ourense, de las que se ha hecho partícipe a la organización colegial. Las enfermeras y enfermeros de dicho servicio hacen referencia a la falta de medios personales que se viene arrastrando desde el final de la primera ola de la COVID-19, cuando bajó la incidencia de casos en la ciudad y se retiró el refuerzo de personal que había en este servicio.
Por otro lado, también señalan que hay una clara falta de espacio físico en la zona de Urgencias para atender al volumen de población que está llegando en las últimas semanas. En esta línea, hemos señalado que nos parece especialmente preocupante la orden dada por el jefe de Urgencias, Francisco Aramburu, que indica al personal de
Enfermería que los pacientes positivos confirmados de coronavirus (que llegan a Urgencias derivados del PAC o que estaban pasando la enfermedad en su casa y empeoran) esperen durante horas en la sala B de Urgencias, junto con otras personas que llegan con sintomatología, pero que no son casos confirmados, o con otras dolencias, hasta que se les puede pasar a boxes.
Desde el Colegio Oficial de Enfermería hemos transmitido a la gerencia que vemos fundamental que se garantice la seguridad laboral de estas compañeras y compañeros aislando correctamente a los pacientes de Urgencias según su dolencia, para que desempeñen su profesión sin la angustia de convertirse en vectores de contagio, poniendo en peligro su salud, la de otros pacientes y compañeros y la de su familia. Por otro lado, el refuerzo de esta plantilla, aportando más profesionales a ese servicio, ayudaría a reducir el tiempo de triaje y a su vez, rebajaría la presión que los compañeros están sintiendo ahora mismo.
Desde nuestra organización colegial somos conscientes de que la situación es crítica en la provincia, que estamos viviendo una tercera ola sin precedentes, con un índice de positividad altísimo y un pico de contagios que no parece llegar a tocar techo. Y todo ello cae sobre un equipo profesional que está agotado y quemado, que lleva un año trabajando en condiciones difíciles y con mucha incertidumbre. Por eso, creemos que es esencial que desde los órganos gestores se haga todo lo humanamente posible para facilitar la tarea de un servicio que ahora mismo se ve desbordado. No se trata tanto de abrir habitaciones para dar cabida a los pacientes, sino que, si no hay un equipo de Enfermería fuerte y preparado detrás, no sirven de nada porque no se podrán atender. Los profesionales deben estar seguros, sanos y poder trabajar en condiciones en las que puedan dar los cuidados adecuados, sin sentir que están corriendo de un lado para
el otro durante todo el turno.
Colaboración ciudadana
Asimismo, aprovechamos para pedir a la población que respeten las actuales restricciones, que sean estrictos con su cumplimiento y sigan las indicaciones que se han dado desde el inicio de esta pandemia: lavarse las manos con frecuencia (si no es posible, usar gel hidroalcohólico), usar la mascarilla siempre y mantener la distancia de seguridad. Es esencial que entendamos que la situación es grave y que el alto crecimiento de casos activos en tan poco margen de tiempo es lo que, en esencia, causa el colapso en los servicios sanitarios. Así que, está en nuestra mano cuidarnos y cuidar a los nuestros.