REDACCIÓN.- Desde el inicio de la pandemia por COVID-19 el Colegio de Enfermería de Valladolid ha estado realizando seguimiento para colaborar y proteger a las enfermeras ante la falta de material de protección adecuada. Se realizaron diversas investigaciones pero ante las instrucciones del Gobierno de que las compras se realizan de forma centralizada ha sido muy difícil la colaboración a pesar de la carencia de equipos de protección adecuados y suficientes.
Finalmente se pudieron encargar 500 pantallas protectoras faciales a través de la Fundación para la Investigación y Desarrollo en Transporte y Energía, CIDAUT, a quien el Colegio quiere expresar el agradecimiento, ya que se encargó de su elaboración. El transporte del material fue posible gracias a la empresa VEOLIA.
Para su distribución, con la colaboración de las compañeras colegiadas se identificó previamente los centros de la provincia donde hubiera más necesidad y finalmente se han hecho entregas a la residencia de personas mayores “Betania” de Pedrajas, la residencia de personas mayores Cardenal Marcelo, perteneciente a la Diputación de Valladolid, a la residencia de salud mental “la Merced” de Valladolid, así como a la gerencia de Atención Primaria Valladolid este entre otros.
“Para el Colegio de Enfermería de Valladolid es fundamental en este momento de crisis sanitaria, poder dotar a nuestras compañeras de todos los mecanismos necesarios para su auto cuidado. Estamos en primera línea de lucha contra la enfermedad y tenemos que contar con material adecuado para protegernos y proteger al resto del equipo así como a nuestras familias”, señala la presidenta del Colegio de Enfermería de Valladolid, Silvia Sáez.
Las instrucciones de la OMS y del Ministerio de Sanidad son claras al respecto, que debe proveerse a los profesionales sanitarios medidas y elementos necesarios para que puedan realizar su trabajo en condiciones mínimas de seguridad y no verse así contagiados por los pacientes o aumentar el riesgo que los mismos sufren, evitando la propagación de la enfermedad. Según el primer avance de la macroencuesta impulsada por la Organización Colegial de Enfermería de España, con 7.500 participantes, muestra que el 27,9% de las enfermeras asegura haber tenido o tener síntomas de COVID-19. Y el 76,2% de los profesionales con test positivos cree haberse contagiado prestando asistencia sanitaria: el 35,1% por la falta de equipo de trabajo o material adecuado y el 41,1% por el cuidado de pacientes no diagnosticados.
El material que debe suministrarse en cantidad suficiente y de forma continuada para proteger la salud de los profesionales sanitarios son: batas impermeables, mascarillas fpp2 y fpp3, kits PCR diagnóstico COVID-19 y sus consumibles, kits de diagnóstico rápido (detección de antígeno), gafas y pantallas de protección, hisopos y contenedores grandes de residuos.