REDACCIÓN.- Con los lemas “Siempre hay una enfermera especialista en Salud Mental para ayudarte” y “Hablar sobre el suicidio es una forma de prevenirlo” en la fachada de su edificio, el Colegio de Enfermería de Sevilla conmemora el Día Mundial para la Prevención del Suicidio que se celebra el 10 de septiembre. Además, la sede de la enfermería sevillana se iluminará de amarillo hasta esa fecha. El objetivo es visibilizar el suicidio, la importancia de la enfermera de Salud Mental y romper con los mitos que giran en torno a esta conducta.
Problema de salud pública
“El suicidio es un problema de salud pública y socio-sanitario por todas las implicaciones que conlleva y completamente prevenible”, afirma Víctor Bohórquez Sánchez, presidente del ECOES. Sin embargo, según datos aportados por las urgencias hospitalarias del Sistema Andaluz de Salud, solo en Sevilla se ha producido un incremento del 17,12 % de intentos de suicidio entre los años 2021 y 2022. Se trata de un 63 % si lo comparamos con 2020.
En este contexto, es preciso señalar el papel de los profesionales sanitarios en la prevención del suicidio, ya que ha sido destacado por la Organización Mundial de la Salud como esencial en la detección de casos de riesgo, con el objetivo de reducir las tasas de mortalidad.
Formación e investigación
“Queda patente que es prioritario diseñar estrategias de prevención en materia de formación, asesoría, seguimiento, gestión e investigación, para frenar esta conducta que afecta a la salud mental de las personas”, dice el presidente del ECOES. Es más, añade, “la enfermera especialista de Salud Mental, por su formación específica, debería ser la referente en estas líneas de acción”. Y es que las enfermeras emplean medidas de seguridad con aquellas personas en riesgo de autolisis, mediante competencias, tales como la empatía, la confianza en la persona, la observación constante e indagación de estados emocionales anormales, el seguimiento de la adherencia terapéutica y la contención emocional, entre otros.
El ECOES, en su compromiso e implicación activa en la promoción, prevención y recuperación de la salud, en la cual se mantiene la continuidad de los cuidados humanizados y de excelencia, firmó un convenio de colaboración con la Asociación de Profesionales en Prevención y Postvención del Suicidio (Papageno) en 2022 que permitió realizar actividades formativas en las instalaciones del ECOES e incluso publicar la Guía Rápida sobre Detección y Prevención del Suicidio.
Mitos
La Guía Rápida sobre Detección y Prevención del Suicidio recoge 25 mitos que entorpecen la prevención. “Las falsas creencias y prejuicios asociados al suicidio, lo convierten en un tabú y aumenta el estigma que las enfermeras queremos frenar, puesto que aumenta el sufrimiento individual y familar e influye de forma negativa en la prevención”, comenta Bohórquez Sánchez.
Esta entidad colegial señala dos mitos que se deben desmentir: “Hablar del suicidio puede incitar a alguien a hacerlo” y “Es peligroso hablar de esto, sin tener una formación para ello, con alguien que lo está pensando porque puedes hacerlo mal y provocar que se suicide”.
Factor de protección
La realidad del mito “Hablar del suicidio puede incitar a alguien a hacerlo”es que nadie se quita la vida por hablar de ello. Por el contrario, manifiesta el presidente de las enfermeras sevillanas, “una conversación respetuosa y cercana es un factor de protección y prevención de primer orden porque permite compartir emociones, alivia a quien lo está pensando y potencia la búsqueda de ayuda, al ofrecer una alternativa y visión diferentes de la situación silenciada”.
Por otra parte, el mito “Es peligroso hablar de esto con alguien que lo está pensando sin tener una formación para ello porque puedes hacerlo mal y provocar que se suicide” tiene una realidad y es que, matiza Bohórquez Sánchez, “todas las personas pueden contribuir a la prevención del suicidio, ya que un diálogo sin juicios identifica los signos de alerta, rebaja la intensidad de su dolor y puede motivar a buscar ayuda”.
En definitiva, el ECOES recomienda a otros sanitarios dar relevancia a que las personas, en cualquier ámbito asistencial, expresen sus emociones. Y a la población en general, que las personas que conviven entre sí no infravaloren los sentimientos y las emociones que afloran cada día.