ÁNGEL NARANJO.- El presidente del Consejo de Colegios de Enfermería de Castilla La Mancha, (Ceclm) Carlos José Tirado Tirado, junto con la vicepresidenta Concepción Piqueras y el vicesecretario José Miguel Álvarez Moya, mantuvieron ayer miércoles una reunión telemática con el presidente de Castilla La Mancha, Emiliano García-Page, acompañado del consejero de Sanidad, Jesús Fernandez Sanz y la directora General de Cuidados y Calidad, Begoña Fernández.
En el encuentro los representantes de la profesión enfermera en la región transmitieron el malestar de una parte importante de la profesión por las duras condiciones de trabajo, escasez de material y desprotección a las que han tenido que enfrentarse para atender, día tras día, a los enfermos por COVID-19.
Así las cosas, el presidente de los enfermeros castellano-manchegos insistió en que, aunque la situación a día de hoy ha mejorado, aun es muy notable la escasez de equipos de protección, por lo que reiteró sus peticiones al presidente del ejecutivo regional para que agilice con eficacia las gestiones para proteger a los profesionales de la salud; que se reconozca una protección de máximos en los protocolos y se doten con la máxima celeridad en número y calidad necesarios, los equipos de protección individual, que no se recomiende su reutilización y se hagan test masivos a los profesionales que están en primera linea combatiendo esta emergencia sanitaria.
En la reunión, celebrada por videoconferencia, los representantes del Consejo de Enfermería manifestaron que muchos compañeros se han sentido desprotegidos y abandonados, a la luz de los numerosos testimonios recogidos en los cinco colegios de enfermería de la región, procedentes de enfermeros y enfermeras con nombres y apellidos, que han querido explicar como han sido sus condiciones de trabajo a lo largo de todas las semanas desde el inicio de la pandemia.
Para el presidente del Consejo Autonómico de Enfermería, Carlos José Tirado, resulta inquietante que los porcentajes de profesionales sanitarios preocupados por haber contagiado a otros miembros de su familia es superior a la media de España, según la encuesta “Impacto del COVID-19 en las enfermeras de CLM” realizada desde el Consejo General de Enfermería para el Conjunto del país. Asimismo detalló que todos los indicadores recogidos en la muestra, expresan que las condiciones de trabajo y la percepción de la gestión de la pandemia arrojan peores resultados en Castilla La Mancha que en otras regiones de España.
Entre las propuestas que el Ceclm planteó en la reunión para minimizar las consecuencias de un posible rebrote de la pandemia tras el verano, destacan la profesionalización de la gestión (ya solicitada al presidente en la carta enviada por el Ceclm el pasado 23 de abril); apostar por la Atención Primaria; por la importancia que tiene la prevención, promoción y rehabilitación de la salud de la comunidad; potenciar el rol de las supervisoras (unas de las grandes afectadas por los recortes sanitarios de la época anterior); reorganizar las unidades de pacientes críticos integrando procesos que busquen el mejor cuidado y presencia de las enfermeras en las comisiones de desescalada.
En esta misma linea, Tirado advirtió de la enorme carga asistencial que ahora le toca soportar a los profesionales sanitarios de Atención Primaria en el seguimiento de casos confirmados, así como en la detección de casos sospechosos de covid-19. En este aspecto, el consejero de Sanidad se comprometió a reforzar la plantilla con 427 enfermeras, para realizar la vigilancia epidemiológica en nuestra región, con enfermeras especialistas en familiar y comunitaria, entre ellas las residentes que finalizan este año.
También recordó que a día de hoy, muchos centros sanitarios aun siguen sin disponer de todo el material de seguridad necesario, para poder prestar la asistencia sanitaria sin necesidad de jugarse la vida. A ello se añade la precariedad de medios de las enfermeras y enfermeros que trabajan en los centros de atención socio-sanitaria especialmente castigados por la virulencia del virus.
Al hilo de este argumento, el presidente García-Page hizo una propuesta, que Carlos Tirado aceptó, para que las enfermeras castellano manchegas formen parte, en calidad de expertos, del equipo de redacción de la Ley de reserva estratégica, cuyo objetivo será garantizar las reservas mínimas de materiales con las que debe contar el sistema público de salud de la Región para poder afrontar, con mayores garantías, episodios sanitarios como la pandemia que llevamos sufriendo desde hace dos meses.
En otro orden de cosas, los representantes del Consejo Autonómico recordaron varios temas que la profesión tiene pendientes como el incremento del número de supervisores en los centros hospitalarios, que la enfermería tenga más presencia en los puestos de gestión y la necesidad de retomar el desarrollo del decreto de prescripción enfermera, como una herramienta más para que los enfermeros y enfermeras de la región puedan desempeñar su trabajo con plena seguridad jurídica. Finalmente, el Consejo de Colegios de Enfermería de CLM reivindicó que, desde el plano de la macrogestión sanitaria, la administración sanitaria haga una apuesta real por el liderazgo de las enfermeras y por el cambio de modelo de asistencia sanitaria, pasando del modelo del curar al modelo del cuidar. Para ello, el Ceclm propone asignación de puestos de liderazgo en todos los niveles de la toma de decisiones sanitarias, dirección de centros socio sanitarios, mayor responsabilidad en la gestión de recursos materiales, creación de puestos específicos de enfermeras especialistas, creación de la figura de la enfermera de práctica avanzada (enfermera gestora de casos, y enfermera de enlace).
Caber recordar, según el estudio realizado por el Consejo General de Enfermería citado anteriormente, que las dos principales causas de contagio por COVID-19 en la región son la falta de EPI’s y el cuidado de pacientes no diagnosticados. No en vano, en toda España ya se ha alcanzado la fatídica cifra de 50.058 sanitarios contagiados, lo que supone un 21,80% del total de contagios, cifra muy por encima de la de otros países. El Ceclm recordó que la administración sanitaria es responsable por ley de la protección y seguridad de sus trabajadores y es quien debe tomar todas las medidas oportunas para que los centros estén provistos de EPI’s suficientes y adecuados.