EUROPA PRESS.- Expertos reunidos en los ‘Desayunos POP’, organizados por la Plataforma de Organizaciones de Pacientes (POP), con la colaboración de Pfizer, han avisado de que el desabastecimiento de medicamentos está perjudicando la adherencia terapéutica de los pacientes crónicos.
Se trata de una situación que algunos ya califican como un «problema de salud pública» y que supone una barrera «más» para garantizar el cumplimiento terapéutico, el cual sólo realiza el 50 por ciento de los pacientes con una enfermedad crónica.
«Aunque hay un grupo de trabajo en la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios, en el que está presente la POP, la forma en la que se está abordando la falta de fármacos no es suficiente. Estamos ante un problema bastante gordo y los pacientes estamos muy preocupados», ha dicho la presidenta de la Plataforma de Organizaciones de Pacientes, Carina Escobar.
Del mismo modo se ha pronunciado la tesorera del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos, Ana López-Casero, quien ha subrayado la importancia de que las organizaciones de pacientes insistan a las administraciones de que tienen que hacer «algo» para solventar estos problemas. Por su parte, ha explicado que ellos están «trabajando en un sistema de información para que las farmacias sepan en tiempo real los problemas de suministro o desabastecimiento de un fármaco».
A estas iniciativas, la subdirectora general de Farmacia y Productos Sanitarios de la Comunidad de Madrid, Ainhoa Aranguren, ha añadido el plan que está desarrollando la AEMPS para anteponerse a los problemas que vayan surgiendo y poner solución «lo antes posible» y que dicha información esté disponible en los sistemas de prescripción.
La relación con el paciente
Por otra parte, los expertos han destacado la necesidad de mejorar la colaboración entre los profesionales sanitarios y sus pacientes para mejorar la adherencia al tratamiento y es que, más allá del desabastecimiento, esta se ve condicionada también por otros factores como el coste, la administración o la explicación que el profesional haya hecho de la pauta terapéutica que debe seguir el paciente.
En esta línea, la supervisora del Hospital de Guadarrama y representante del Consejo General de Colegios Oficiales de Enfermería, Estela Muñoz, ha subrayado el papel de la enfermería, asegurando que la «buena adherencia» se logra a través de acuerdos entre profesionales y pacientes y que los enfermos tienen un puesto «privilegiado» de confianza y seguimiento.
«La mejor estrategia para una buena adherencia es el empoderamiento, es decir, que el paciente sea capaz de formar sus propias decisiones de salud y que estas sean óptimas para su calidad de vida. Para ello, hay que educarle en estos temas y entrenarle en autocuidados, porque así conocerá su tratamiento y tomará responsabilidad sobre el mismo», ha apostillado.
Finalmente, Escobar ha comentado que el paciente debe estar implicado en la toma de decisiones sobre el tratamiento a seguir, entendiendo la necesidad del mismo y las consecuencias que pueden surgir por no seguirlo. «Tenemos que potenciar la actuación de las asociaciones de pacientes para conseguir que éstos sean más activos, empoderarles y fomentar su autonomía y corresponsabilidad sobre su enfermedad y su tratamiento prescrito. Para ello, necesitamos contar con toda la información necesaria y con la participación de todos los agentes implicados», ha zanjado la presidenta de la POP.