EUROPA PRESS.- Los problemas cognitivos pueden ser algo normal en las edades avanzadas y estos no siempre son un indicio de la enfermería de Alzheimer, así concluye una nueva investigación publicada en la revista ‘JNeurosci’.
Ece Kocagoncu, investigador de la Universidad de Cambridge (Reino Unido) y su equipo compararon los cerebros de adultos cognitivamente frágiles -personas con una función cognitiva reducida que no han notado problemas de memoria- con los de adultos con un deterioro cognitivo leve (DCL) o con la enfermedad de Alzheimer (EA) y con controles sanos.
Reclutaron adultos sanos y cognitivamente frágiles del estudio del Centro de Envejecimiento y Neurociencia de Cambridge y midieron la cognición de los participantes con una batería de pruebas, su estructura cerebral con IRM y su actividad cerebral con EEG y MEG.
Los adultos cognitivamente frágiles obtuvieron resultados similares a los de los adultos con DCL en las pruebas cognitivas, es decir, peores que los controles. Pero su estructura y actividad cerebrales se asemejaban a las de los controles sanos: la atrofia en regiones como el hipocampo, típica de los adultos con EA, no aparecía en los adultos cognitivamente frágiles.
El deterioro de la cognición puede formar parte del envejecimiento normal y no siempre es un signo temprano de la enfermedad de Alzheimer, concluye el estudio, y la fragilidad cognitiva puede depender de factores relacionados con el estilo de vida, muchos de los cuales son reversibles y modificables, como la actividad física, el estrés, la educación y la salud cardiovascular.