Sobre el autor

2 Comentarios

  1. 1

    Refolk

    Por suerte el dolor no es una “constante vital”. Por otro lado sería terrible llamarla “signo vital” puesto que no es necesario para la vida. No encuentro otro apelativo qué síntoma puesto que todo dolor es innecesario. Un saludo.

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    1. 1.1

      Encarna Martínez Oliveras

      Si bien no estoy de acuerdo con la denominación de «la quinta constante vital», ya que a veces es la primera o la segunda, etc., entiendo que es un síntoma muy difícil de desubrir, catalogar e, incluso, según estado y personalidad del paciente, de diagnosticar, diferenciar, descubrir o incluir en la escala analógica. Usted dice: El dolor es innecesario; aunque comprendo lo que quiere decir, el dolor es, muy al contrario, necesario, puesto que es un indicador imprescindible para llamar la atención, un grito que indica que algo no va bien. Entiendo que por innecesario quiere decir que no debería haber dolor en un paciente diagnosticado y estable; sin embargo, no siempre es posible tal precisión por diversos motivos, empezando por el dolor neuropático y terminando por los efectos secundarios de medicaciones en un momento dado imprescindibles para terminar con el dolor de un paciente determinado.
      Por eso, apoyo el sentido que veo implícito en «constante vital». A mí me parece que en muchas ocasiones, por desgracia, hasta que el paciente no toca el timbre y dice «me puede dar algo para el dolor», este no ha sido valorado correcta o suficientemente desde la llegada del paciente a la unidad. Tensión, temperatura, pulso… hay que hablar con el paciente y valorar su estado cognitivo, su orientación, etc., etc. Y en ese etcétera pongo en primer lugar la valoración del dolor.

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