IRENE BALLESTEROS.- Emprender no es un camino fácil si eres enfermera. Cuando pensamos en el término “emprendimiento” automáticamente nos vienen a la cabeza grandes comercios, empresas y, sobre todo, grandes líderes y gestores que nada tienen que ver con el mundo de la enfermería, ni siquiera con el sector sanitario en general. Es por ello, que las enfermeras emprendedoras se han convertido en las grandes desconocidas de esta profesión. Por la naturaleza cuidadora y asistencial de esta profesión, resulta extraño para muchos profesionales lanzarse a la aventura del emprendimiento. De hecho, históricamente se ha considerado a la enfermería como una figura relegada de forma exclusiva a los centros sanitarios.
La enfermería ha sido y es una profesión muy estereotipada, estando sujeta a ser vista como una profesión predominantemente femenina, de la que muchos siguen considerando que está bajo el mandato médico y sin un campo competencial propio. Parece que la esencia y el foco de la profesión enfermera, que no es otro que el cuidado de personas para personas, se ha perdido, convirtiéndose así en una profesión poco visible, ya que la sociedad sigue sin reconocerla de forma plena. Sin embargo, es innegable que en la última década se están sucediendo cambios trascendentales en la consideración de una profesión imprescindible para todo el panorama sanitario. Y es que, aunque hoy en día sigue existiendo un desconocimiento en cuanto a las funciones, cualidades y características de las enfermeras, así como sobre su formación profesional, la sociedad se encuentra satisfecha con sus servicios y considera a la enfermería una profesión importante y necesaria en el sistema sanitario, merecedora de respeto y admiración, más aún si cabe después de dos años de pandemia que han posicionado a esta profesión a la cabeza del sistema sanitario mundial. En resumen y, como diría Loretta Ford, “enfermería no es medicina de segunda, sino cuidado de primera”.
Emprendimiento enfermero
A pesar de que el término emprendimiento ha existido siempre y de que se ha desarrollado de forma exponencial en muchos y diferentes contextos y sectores, es cierto que en el ámbito sanitario y, sobre todo, de los cuidados y del conocimiento enfermero en general, sigue siendo poco frecuente oír hablar de enfermeras y enfermeros que no sólo quieren emprender, sino que, además, le dan forma a su propia iniciativa de emprendimiento enfermero. La enfermería es una profesión que durante todo su recorrido ha tenido que enfrentarse a numerosos retos y es que, en la actualidad, aunque sean pocos, existen determinados casos de éxito en enfermería emprendedora. Sin embargo, los comienzos son duros y rápido empiezan a surgir preguntas como: ¿por dónde empiezo?; ¿qué tengo que hacer? o ¿valdrá la pena intentarlo?
Este fue el punto de partida y de unión de la historia de Olalla Trigás, Marta Prats Molner y Elvira Cobas, tres enfermeras emprendedoras que un día decidieron ser lo que querían ser y no lo que se esperaba de ellas y se sumaron a la labor del emprendimiento enfermero. Una profesión que nos abre al mundo y nos permite detectar necesidades existentes en la sociedad para así transformarlas y crear oportunidades, nuevas líneas de actuación o de mejoras, que basadas en el conocimiento, la disciplina y la investigación ayudan a mejorar la calidad de vida de las personas.
Emprender en enfermería significa ser valiente, inconformista y estar atento a las oportunidades que van apareciendo en el camino para crear modelos de cuidados en consonancia con una visión y unos valores, esos que están en el interior de cada enfermero o enfermera. El emprendimiento enfermero también es una nueva oportunidad de dar a conocer al mundo esta profesión, para que se sepa que la enfermería significa cuidar de forma individualizada, con tiempo, con empatía y respeto y que está basada en la formación e investigación diarias.
Dar un paso más en enfermería
Apostando por la salud digital, Olalla Trigás comenzó hace más de un año con oCurae Cuidando el Bienestar de la Persona Ostomizada. Un proyecto que “nace de una pasión, la de ayudar, acompañar y cuidar a personas que, con una ostomía digestiva o urinaria, quieren encontrar el camino hacia la confianza, seguridad y autonomía en la convivencia con una ostomía. También nace por mi entusiasmo por la formación, por divulgar conocimiento sobre ostomía para que otros profesionales sanitarios, cada uno desde su ámbito de actuación, pueda dar soporte a la persona ostomizada y su círculo de apoyo”, cuenta la enfermera. Con el objetivo de humanizar los cuidados, Olalla dejó la enfermería tradicional hace más de 20 años para meterse de lleno en el mundo de la ostomía y así iniciar su emprendimiento. “La idea de emprender me empezó a rondar unos meses antes de que cerrara la fundación en la que trabajaba. Se preveía el cierre y yo estaba pensando qué hacer con mi vida profesional. Sabía que había necesidades no cubiertas para las personas ostomizadas con la oferta asistencial pública y privada presente en la actualidad, tenía experiencia en ostomías y me apasionaba así que decidí que iba a hacer enfermería como yo la entiendo, desde el amor y dando lo mejor de mí misma en pro de la salud y bienestar del otro”, sigue.
Para Olalla, oCurae es su segundo hijo, “tras 15 meses de gestación en los que me formé en las diferentes áreas para crear un negocio digital, contraté diferentes servicios como el asesoramiento legal, el diseño web y la identidad corporativa. En octubre de 2020 oCurae vio la luz. Estoy feliz, viva, motivada y satisfecha con mi decisión, a la par que viviendo una incertidumbre constante y agotada física y emocionalmente por todo lo que supone trabajar por cuenta propia. Aun así, estoy convencida y con ganas de seguir sembrando”, cuenta.
Trabajar por su bienestar
Olalla es enfermera y trabajadora autónoma, una “rara avis” en la profesión. Apasionada del mundo de la ostomía un día decidió que debía ayudar a todas esas personas que habían recibido una nueva oportunidad de vida con el procedimiento de la ostomía, una intervención quirúrjica que supone un gran cambio que afecta a la autoconfianza, seguridad, autocontrol, imagen corporal, vida sexual, familiar, laboral y social de muchas personas. Tanto que muchas lo sienten como su “sentencia de muerte”. Con oCurae, esta enfermera emprendedora hace de la ostomía “una compañera de vida. La ostomía precisa del acompañamiento de un enfermero estomaterapeuta. Son cuidados tan específicos que son desconocidos para nuestro colectivo profesional y otros profesionales sanitarios. En España, el 40% de los ostomizados no reciben seguimiento poshospitalario y esto acentúa todavía más la negación, la soledad, aislamiento en las personas que conviven con una ostomía. El propósito de oCurae es aportar bienestar. Bienestar entendido como la condición física, mental, social, laboral, familia, sexual que proporciona una sensación de satisfacción y tranquilidad. Si los profesionales sanitarios sumamos esfuerzos, contribuiremos a reducir la soledad, el aislamiento, la desesperación, el dolor, no sólo físico, sino también espiritual de las personas ostomizadas”, continúa Olalla.
Más de 10 años de emprendimiento
Precisamente esta misma vocación y pasión llevaron a Marta Prats Molner a lanzarse al emprendimiento enfermero, una profesional del emprendimiento que ya con 8 años sabía que su futuro iría destinado a dedicarse a los demás en el sector de la enfermería. Enfermera especializada en medicina nuclear y con más de 20 años de experiencia en diferentes centros sanitarios un día, se dio cuenta de que “parte de las preocupaciones de los pacientes, estaban relacionadas con aspectos de su día a día fuera del hospital. Además, muchas de las patologías que padecían tenían factores de riesgo relacionadas con el estilo de vida y vi que lo realmente importante era hacer una buena promoción de la salud y un acompañamiento en las diferentes etapas de la vida, para transmitir recursos y conocimientos para el autocuidado. Quise dar respuesta a una serie de necesidades que no estaban cubiertas y así nació Nútrim Salut, un proyecto con programas de promoción de la salud y acompañamiento en el sector educativo y empresarial”, cuenta la enfermera.
Nútrim Salut fue uno de los proyectos seleccionados en un momento vital importante de su vida entre más de 500 de un programa de emprendimiento social que celebró la Generalitat de Cataluña. Es un espacio donde Marta, junto al resto de su equipo, lleva más de 10 años promoviendo la salud, fomentando estilos de vida saludables y acompañando a las personas en el proceso de recuperación tras una enfermedad.
Obstáculos
A pesar de que cada vez son más las enfermeras y enfermeros que dan el paso y se lanzan al emprendimiento, son muchos los obstáculos que encuentran en el camino, haciendo que esta experiencia en muchos casos les obligue a rozar el abandono. “Emprender no es un camino fácil y debes aprender a lidiar con la incertidumbre. Además, tuve que formarme en áreas que eran totalmente desconocidas para mí. Tener una empresa no es sólo prestar un servicio que ya conoces como enfermera, sino tener conocimientos en otras áreas como la comercial y la gestión empresarial, temáticas que no se impartían cuando estudié la carrera. Y también te das cuenta de que el plan de negocio no siempre se cumple tal y como lo trazaste y además debes aprender a vivir con la soledad del emprendedor. Quien quiera emprender debe tener claro que todo esto existe”, cuenta Marta.
Al igual que Marta, Olalla comenta que sus obstáculos y retos son diarios. “La verdad es que, aunque los trámites se hagan de forma telemática, se invierte mucho tiempo y a veces da la sensación de que está preparado para que abandones la solicitud. Más allá de lo estrictamente sanitario, hacer un plan de ventas, una estrategia comercial y desarrollar toda la mecánica digital es un reto diario”, cuenta la enfermera emprendedora.
Lo importante es hacer una buena promoción de la salud
Mentoring enfermero
Para animar cada día a que más y más profesionales sanitarios se lancen al emprendimiento, Elvira Cobas inició su proyecto personal de coaching y mentoring enfocado a la enfermería. Con Revolución Enfermera, Elvira comenzó una colección de libros para enfermeros hechos con el alma y basados en la experiencia, la ciencia y el conocimiento, con el objetivo de cambiar el mundo con los cuidados enfermeros. Esta empresaria que trabajó como enfermera comunitaria decidió que debía seguir dedicándose a los demás y además de Revolución Enfermera -que se va a completar ahora con su cuarto libro- decidió crear otra empresa dedicada a la formación de alto impacto. “Fue una evolución natural el haber llegado al emprendimiento para poder sumar un poquito más a la profesión. Ofrezco una formación que no sólo transmite conocimientos y actitudes, sino que es capaz de transform
ar a las personas. Generar proyectos para que los enfermeros y enfermeras consigan emprender. Tratamos la gestión, la resolución de conflictos y de productividad en equipos de enfermería. Todo esto tiene una visión tremendamente humanística. Mi labor es hacer de sostén emocional para el alumnado, porque transformarse es romper, salir de tu zona de confort y eso requiere un apoyo. Mi empresa ayuda a la reinvención profesional de enfermeros consolidados que quieren cambiar de rumbo”, afirma Elvira.
Mi formación no sólo transmite conocimientos y actitudes, sino que es capaz de transformar a las persona
A pesar de que la figura de enfermeras emprendedoras no es muy común, Elvira afirma que existen profesionales de la enfermería que desean emprender, pero que cuando terminaban la carrera y se enfrentaban al mercado este hecho no se materializa. “Había muchos proyectos que queríamos implementar y de una parte -por la presión asistencial- no tenían cabida en Atención Primaria y de la otra, cuando yo empecé a formarme para enseñarles a mercantilizarse y convertirse en un modelo de negocio viable, no había referentes externos suficientes para que ellos confiasen en que podrían salir adelante. Hay que entender que el emprendimiento no tiene por qué servir para todo el mundo y entiendo que muchos de ellos no se atrevan a ello”, comenta Elvira.
La cultura del emprendimiento
Obstáculos, presión, esfuerzo económico, formación… los requisitos para el emprendimiento son muchos. Es una profesión que demanda de tiempo y capacidades y en ocasiones no todo el mundo está preparado para enfrentarse a un viaje de tal magnitud. Además, vivimos en una sociedad donde no existe la cultura del emprendimiento. En su lugar se ha implantado la cultura del miedo. Miedo a ser, a hacer, a emprender. Y en esta cultura del miedo viven muchos enfermeros que, con ideas brillantes basadas en la experiencia, la formación y el conocimiento, encierran su talento “¿Por qué creo que los enfermeros tienen miedo a emprender? Porque es la cultura en la que vivimos. Ese es el principal problema. La gente tiene miedo a fracasar porque vivimos en una sociedad donde el fracaso no está admitido. Y es que, no puedes ser emprendedor si no estás dispuesto a fracasar. En este momento hay enfermeros y enfermeras que están muy desencantados con la profesión, que se han ido tecnificando y quemando a la vez. Pero al final tu compromiso es con la persona que recibe tus cuidados. Yo lo único que hago es conocerlos e investigar en ellos, descubrir cuáles son sus dones, porque te aseguro que todos los enfermeros tienen algo especial. Lo descubro, lo pongo en valor y les ayudo a descubrir dónde pueden encajarlo. El gran consejo que yo le daría a todos los enfermeros y enfermeras que no se atreven a emprender es que busquen su zona de genialidad, donde sean fuertes, donde disfruten y donde se encuentre su pasión y que se muevan ahí con conocimiento, estrategia y dejándose aconsejar por personas con criterio. Y, por último, que no sigan las normas del mercado y que así definan cuál quieren que sea su papel en este mundo”, concluye Elvira.
Elvira, Marta y Olalla son tres claros ejemplos de que la enfermería es una profesión amplia que ofrece infinidad de oportunidades. Ellas, enfermeras, mujeres y emprendedoras con un recorrido de éxito sirven de ejemplo a las futuras generaciones de enfermeras y enfermeros emprendedores que con formación, pasión y profesionalización seguirán llevando la profesión de la enfermería al éxito.