MARINA VIEIRA.- El enfermero que atendió a Robert Bowers, el francotirador que atacó a 11 personas en una sinagoga el pasado 28 de octubre en Pittsburgh (Estados Unidos), ha explicado a través de Facebook cómo se siente después de haber atendido al atacante. Ari Mahler, enfermero estadounidense y trabajador del hospital de Pittsburgh comienza el texto de la red social con una impactante frase: «soy el enfermero judío, ese enfermero judío del que todo el mundo está hablando. El mismo que atendió a Robert Bowers, quien gritó ‘¡muerte a todos los judíos!’ cuando le estaban trasladando al hospital. El enfermero judío que corrió a su habitación y salvó su vida».

El sanitario relata en el texto que ha sufrido antisemitismo desde que era pequeño, siendo hijo de judíos y con un padre rabino, comenta que en el colegio tuvo que lidiar con situaciones como encontrar esvásticas pintadas encima de su mesa o descubrir inscripciones como «muere judío, de Hitler con amor». Por estas razones declara que lo ocurrido no le sorprende y que «era cuestión de tiempo que esto pasase tarde o temprano». Explica que a pesar de que los judíos son sólo el dos por ciento de la población estadounidense «el 60% de los delitos de odio se comenten en contra de ellos».

Malher explica en su testimonio que él únicamente hizo su trabajo «he leído y visto artículos en todos los medios -CNN, Fox News, Anderson Cooper, PBS, the New York Times- que hablan de mí. El hecho de que hice mi trabajo, un trabajo que requiere compasión y empatía por encima de todas las cosas es de interés periodístico por ser judío. Mucho más porque mi padre es Rabino». Además incluye que «os puedo contar que como su enfermero, o el enfermero de cualquiera, mis cuidados están basados en el cariño y mis acciones se miden con empatía independientemente de la persona que seas cuando no estás bajo mis cuidados, cada respiro de esa persona es más bonito que el último cuando estás bajo mi tutela. Lo mismo me pasó con Robert Bowers tras haber cometido un homicidio masivo. Esa persona que me hizo entrar en pánico por pensar que mis padres eran unas de sus once víctimas la hora anterior a su llegada». Mahler asegura que está seguro que el atacante no sabía que era judío, ya que no dijo ni una palabra sobre religión mientras atendía al atacante y que escogió no decirle nada en todo el tiempo. «Quería que sintiese compasión. Sentía que la mejor forma de honrar a las víctimas era que un judío le hiciese ver que estaba equivocado. El amor fue lo que me llevó a actuar, es algo mucho más poderoso que las palabras y demuestra humanidad. Es el único mensaje que quiero trasladar a las personas que estén leyendo este texto, si mis acciones significan algo, el amor es lo que significa todo», culmina el testimonio del heroico enfermero.  Millones de comentarios de enfermeros de todo el mundo acompañan la publicación de Ari Mahler que a día de hoy cuenta con 248 mil «me gusta» y se ha compartido 164011 veces.

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