ANA MUÑOZ.- “En caso de persecución, toda persona tiene derecho a buscar asilo, y a disfrutar de él, en cualquier país”. Así reza el artículo 14 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, ignorado en los últimos años por los gobiernos europeos hasta quedar convertido en una utopía.
La guerra civil en Siria, que lleva más de cinco años arrasando el país y desangrando a sus gentes, ha desatado el éxodo de millones de personas que llegan al Viejo Continente buscando un futuro mejor. En su lugar, después de haber cruzado países enteros a pie o el mar en patera, chocan con las alambradas levantadas por el rechazo de los gobiernos. Personas que antes de la guerra tenían trabajos, llevaban a sus hijos al colegio… y que hoy viven en una constante huida. “Siria pone la tierra y los muertos”, explica el periodista Mikel Ayestaran en el texto que introduce la exposición #SinFiltros. Miradas al éxodo que Europa no quiere ver, instalada en La Casa del Lector del Matadero de Madrid, donde permanecerá hasta finales de año.
Las ruinas de Alepo, una ciudad que borrada del mapa a base de bombas, un hombre agotado que sostiene en los brazos a su bebé mientras camina sobre las vías del tren, un cementerio de chalecos salvavidas, los que aparecen en el mar después del naufragio de las embarcaciones precarias cargadas con centenares de personas, y una niña que, a pesar de haber visto la peor cara del ser humano, sorprende a los periodistas lanzando besos desde un tren, son algunas de las 50 instantáneas que conforman la muestra y que golpean en el estómago y la conciencia.
Sus autores son fotoperiodistas que han viajado a Lesbos, Idomeni, Hungría, Macedonia, Calais o Siria y que comparten un ideal: que Europa tiene que asumir su compromiso humano y político con los refugiados. que un ‘like’ en redes sociales”. Quienes visiten la exposición podrán adquirir allí mismo el catálogo con las imágenes principales.