ÁNGEL M. GREGORIS.- El marcaje preoperatorio llevado a cabo por las enfermeras ante la colocación de un estoma influye enormemente en que quede bien situado y permita así el buen sellado del dispositivo colector, evitando o reduciendo fugas del efluyente y mejorando enormemente la calidad de vida del paciente. Así se desprende del estudio Usos y actitudes de los pacientes ostomizados en España presentado en el X Congreso Nacional de Enfermería en Ostomías, celebrado en Vigo. A pesar de estos datos, el 45% de los afectados sigue sin ser marcado antes de la cirugía. “Sabiendo la repercusión que tiene el marcaje en el paciente, debemos intentar que la gran mayoría lo tengan. Nuestro objetivo como enfermeras responsables del cuidado será plantear que el mayor número posible tenga acceso a una entrevista preoperatoria y se les realice el marcaje del estoma antes de la cirugía”, afirma Isabel Jiménez, enfermera estomaterapeuta del Complejo Hospitalario Ciudad de Jaén.
Así, tal y como resalta la investigación, “una posible estrategia de futuro será fomentar la formación del personal de cirugía y de urgencias, además de seguir potenciando la creación de consultas de estomaterapia para el buen cuidado y asesoramiento de estos pacientes”. “Igual no podemos conseguir que las enfermeras de urgencias sepan hacer el marcaje, pero sí está en nuestra mano como expertas lograr que ellas busquen en el hospital a quien tiene la potestad de hacerlo”, asevera Jiménez.
Sin ninguna duda, un buen marcaje puede reducir las fugas que, según el estudio, son el mayor problema al que se enfrentan los pacientes, ya que hay una diferencia de más de 9,2 puntos en la calidad de vida entre los que no tienen fugas nunca y los que tienen cuatro o más a la semana. “Estos datos reflejan la capacidad que tienen los primeros de poder llevar a cabo una vida normal sin impacto o con muy escaso impacto en las actividades cotidianas”, apunta Alberto Lado del Teso, enfermero estomaterapeuta del Hospital HM Sanchinarro (Madrid).
El elevado número de cirugías que siguen llevándose a cabo sin marcaje previo no hacen más que remarcar la necesidad de contar con enfermeras formadas y expertas en hospitales y centros de salud. Un dato que refleja muy bien el estudio y que confirma su papel de referencia en el apoyo psicológico y educación sanitaria de estos pacientes. Actualmente hay 70.000 personas en España que viven diariamente con una ostomía y es imprescindible seguir trabajando para mejorar diferentes aspectos de su vida como son la dieta, la nutrición y las áreas donde los pacientes experimentan más cambios (trabajo, deportes, hobbies, actividades de ocio). En este sentido, un 32,2% de los 871 encuestados confirmaron cambios de hábitos en el trabajo y hasta un 30% en la realización de deporte. Un 10,3% modificaron la relación con sus amigos y hasta un 17,2% con su pareja. “Un estudio como este era muy importante para saber dónde el enfermo necesitaba que incidiésemos más para recuperarse. Cada vez son más los trabajos en los que se obtienen muy buenos resultados cuando existen enfermeras estomaterapeutas. Cada vez tenemos más evidencia de la importancia del previo (el marcaje y la preparación de la intervención) como de su ayuda y seguimiento después”, afirma Mª José Fabeiro, enfermera estomaterapeuta del Hospital Álvaro Cunqueiro (Vigo).
En esta misma línea se expresa Isabel Jiménez, que resalta que “somos las que tenemos más cercanía con el paciente y si no vemos con sus ojos, no vamos a saber poner solución a sus problemas.” “Esta cercanía es un lujo y nos permite reflexionar, mejorar en cuidados, dirigir nuestra educación, sensibilizar a los compañeros…”, asevera Jiménez.
Los dispositivos utilizados son, sin duda, otro de los temas que más preocupan a estos pacientes. El estudio revela así que valoran sobre todo la seguridad y la adhesividad, planteando como sugerencias de mejora el que sellen mejor, duren más tiempo y sean más flexibles. En este sentido, se identifica que el buen sellado y la ausencia de fugas son las características principales que permiten que el enfermo realice una vida activa con menos miedo. “Los usuarios de dispositivos de una sola pieza son pacientes con ostomías menos problemáticas y con menor riesgo inherente de fugas”, subraya Lado del Teso.
Aunque este estudio no fue diseñado para comparar diferentes marcas, sí se apreció que aquellos que utilizan dispositivos Coloplast tienen menos fugar y valoran mejor su dispositivo, ambos de manera estadísticamente significativa. “Apostar por la enfermería estomaterapeuta es apostar por la calidad del paciente. Cuanto mejor formada esté una enfermera, mejor redundará en el paciente y cuanto más apoyemos la investigación con estudios como este, mejor repercutirá en saber cuál es la necesidad que tiene el paciente ostomizado para acometerlas y darles soluciones”, destaca Eduardo García, market manager de la división de Ostomías de Coloplast España.
Para Ana Alcocer, directora de marketing de Coloplast España, estudios como este son imprescindibles porque todos tenemos que medir los resultados en salud. “Es muy importante medir si con la actuación de la enfermera el paciente vuelve a tener una calidad de vida aceptable, si se reincorpora a su vida laboral, si se le reducen las complicaciones… La enfermera estomaterapeuta está demostrado que aporta calidad de vida, mejor el estado psicológico y reduce el gasto sanitario”, constata.
En definitiva, este trabajo supone el primer estudio a gran escala que evalúa la realidad clínica del paciente con ostomía en España y sienta las bases para seguir trabajando en esta línea y realizar un análisis más exhaustivo que permita establecer los factores determinantes en numerosos asuntos porque prevenir las complicaciones supondrá no sólo ahorro en sufrimiento humano, sino también mayor control en el consumo de los recursos sanitarios.
Me interesa la demarcacion del paciente