ÁNGEL M. GREGORIS.- “A las enfermeras riojanas, que nos ayudan a nacer, vivir y morir”. Este mensaje presidirá el monumento en honor a la profesión enfermera que se inaugurará el próximo 10 de marzo en Logroño. El que será el mayor conjunto monumental de la capital riojana, con 4,5 metros de altura y 2,10 de anchura, estará hecho de bronce. La idea, surgida del Colegio de Enfermería de La Rioja, fue aprobada por el Ayuntamiento y apoyada por todos los grupos políticos municipales.

“Hace unos años surgió el proyecto y cuando lo maduramos, pensamos que había que buscar una fecha clave para la inauguración. Por eso mismo, creemos que con la celebración del centenario del colegio este año es el momento idóneo para hacerlo”, explica Pedro J. Vidal, presidente del Colegio de Enfermería de La Rioja.

Más de 5.000 kilos de barro para preparar el monumento.

Más de 5.000 kilos de barro para preparar el monumento.

la rioja estatuaTras contar con todos los permisos, el segundo paso fue buscar al escultor. De los posibles candidatos, Alejandro Narvaiza es al que finalmente se le encargó el trabajo. Narvaiza aceptó el reto y se puso manos a la obra para que todo estuviese preparado en su momento. “A los dos días de pedírselo, nos trajo una maqueta de plastilina”, cuenta Vidal, quien considera que el escultor captó muy bien la esencia de lo que se merece la enfermería.

Una matrona con un bebé en brazos (el nacimiento), una enfermera con una niña escayolada (la vida) y un enfermero que traslada a un anciano en silla de ruedas (el ocaso) es la forma que tendrá el monumento, recogiendo las tres etapas de la existencia del ser humano en las que la enfermería está presente.

Para Narvaiza, poder llevar a cabo este trabajo a sus 75 años es un regalo que le ha hecho el Colegio de Enfermería. “Esto no es un regalo que yo les haga a ellos (el escultor está realizando este trabajo gratuitamente), sino que es un regalo que me hacen a mí porque me han permitido hacer un monumento así a mis años y es un orgullo para un escultor como yo”, afirma.

Largas jornadas de trabajo y muchas horas invertidas darán lugar a esta estatua, que pretende ser un referente en la ciudad para la profesión y por eso mismo se ubicará en la Rotonda de las Enfermeras (intersección entre el Paseo del Prior y la calle de San Millán), muy cerca de la sede colegial.